Hace algunos días, viendo un video sobre la felicidad y lo que ésta provoca en nuestras vidas, hablaban sobre la intervención de la tecnología en la felicidad, y hacían una analogía que me pareció muy interesante y que puede ser controversial en determinado momento.
Es decir, las redes sociales, pareciera que nos muestran a personas inmensamente felices, teniendo aparentemente todo lo material que se puedan imaginar y además con miles de seguidores, algunos haciendo labores sociales, otros gastando en los centros comerciales o mostrando sus ostentosas casa o mansiones, pero qué pasaría si no realizaran esos contenidos, quizás estarían solos, o quizás por eso lo hacen, para de alguna manera compensar la soledad, aclaro, no todos. Y porque a las personas que los seguimos nos causa satisfacción, quizás porque también estemos solos, al final como seres sociables siempre buscamos compañía, pero qué mejor que buscarla con alguien de carne y hueso, no con un dispositivo electrónico viendo a través de una pantalla, en lugar de verlos a los ojos.
Este tema fue muy controversial, principalmente en la adolescencia, donde de acuerdo a los últimos estudios es quien consume mayormente de este tipo de contenidos, es por ello que yo recomiendo algunos hábitos que practicamos en casa, de entrada hay un horario establecido, no más, pueden llegar a un acuerdo, pero no más de una hora al día; por otro lado existen herramientas tecnológicas para bloquear cierto tipo de contenidos y poner restricciones, el mejor hábito es hacer deporte, y tener actividades por la tarde que permitan realizar actividad física, que al final genera endorfinas y éstas a su vez felicidad.
Debemos de reconocer que la web y todo su entorno ha sido también algo importante y trascendente, no solo en las nuevas generaciones sino a todos los niveles, porque nos ha hecho más globales, porque las noticias corren rápidamente, porque muchas de las herramientas que hoy en día tenemos para ayudarnos en nuestra vida cotidiana, dependen de la web, porque estamos mucho más comunicados, porque incluso hablando de felicidad nos permite ponernos en contacto con nuestros seres queridos a la distancia, incluso reencontrarnos quizás con nuestros amigos de la primaria que hace años que no nos vemos, pero sigo pensando que lo mejor es en carne y hueso, porque al final esta facilidad por llamarla de alguna manera permite que nos volvamos incluso fríos en las relaciones o bien que dejemos de tener la capacidad de asombro, el ser detallista, original y creativo para una cita.
Así que tengamos cuidado de caer en la trampa de las redes sociales, y provocar el fingir situaciones en nuestra vida cotidiana, a quien le debe de interesar ser verdaderamente felices es a cada uno de nosotros, así que la próxima vez que tengas la oportunidad, mejor conversa con tu pareja, con tus hijos o con tus padres, y deja por unos momentos el celular. Nos leemos en la próxima.