El cambio a semáforo verde, después de 20 meses de iniciar la pandemia, cae muy bien al estado de Guanajuato y sobre todo a los sectores económicos más afectados por la misma, hablamos del turismo, del comercio en general, de los restaurantes y bares, de los hoteles y todos los prestadores de servicios involucrados en estas actividades, sin embargo, lo que está claro para todos, es que con las experiencias pasadas no podemos suponer que alguna vez experimentaremos una normalidad como la conocíamos, antes del covid 19.
Todos los actores políticos y sociales, han hecho en las últimas horas, desde al anuncio del Gobernador, hincapié, en que no podemos relajarnos tanto, que esto traiga como consecuencia una cuarta oleada y entonces en enero, de nueva cuenta al encierro total.
Muchos creemos que estos respiros y cambios de semáforo estatal, obedecen a una presión social, para recuperar las actividades económicas normales y como Guanajuato, nunca se ha regido por el semáforo nacional, Diego Sinhue y su gabinete, han podido elegir en que momento tomar estos respiros sociales, viene navidad, fin de año y un sinnúmero de reuniones que podrían regresarnos a escenarios muy dramáticos, como lo hemos visto en otros países, esperemos que la conciencia sea mayor, para mantenernos en niveles aceptables y controlados y tal vez en enero, pensar en un regreso total a las aulas de los estudiantes.
Por otro lado, el avance de las vacunas no ha sido lo que esperábamos, pues Guanajuato, se encuentra realmente rezagado en comparación con otros estados de la república, algunos creen que es por la fría relación del Gobernador con el presidente de México, por cierto recientemente el mandatario estatal estuvo como invitado del periodista Carlos Loret de Mola en su programa Latinus y ahí reconoció que AMLO no le ha recibido, incluso en su más reciente visita a Salamanca, el Presidente de la República, solo se reunió con su ahijado el alcalde Cesar Prieto, pero nunca se promovió un encuentro con Sinhue Rodríguez, lo que llama realmente la atención, pareciera que a López Obrador, no le interesa estrechar relaciones con el panista.
En esa entrevista, el gobernador del estado, aceptó que requiere al gobierno federal para proyectos como el de llevarle agua a León o consolidar el tema de la seguridad en el estado, eso sí, en todo momento defendió al fiscal general, Carlos Zamarripa, y este es un tema que divide a los dos políticos, pues en las mañaneras AMLO ha dicho fuerte y quedito, que ese fiscal se debe ir, pero Diego, no tiene planes de removerlo, ha dicho que mete las manos al fuego por él, y que Guanajuato tiene la mejor fiscalía del país, una percepción que no compartimos la mayoría de los guanajuatenses.
Llama la atención que el gobierno del estado, haya gastado una importante suma de dinero en pactar una entrevista con el periodista internacional, probablemente para intentar vender una imagen de un Guanajuato seguro, pues señaló que desde la Ciudad de México, se ha construido una imagen de un Guanajuato peligroso, pero quienes vivimos en este bello estado, sabemos bien que no es una construcción de imagen, es la realidad, vivimos la violencia en su más amplia expresión, con eventos cada vez más escandalosos y atroces, ojala que nuestras autoridades abandonaran el discurso de la negación y empezaran a padecer lo que sufren miles de ciudadanos todos los días.
Y hablando de seguridad, resulta que andamos prestándole policías federales a los Apaseos y en Celaya traemos un déficit de 200 elementos, así lo reconoció el alcalde Javier Mendoza, quien declaro que no afectaba la operatividad la salida de estos 40 elementos, más 35 policías municipales que renunciaron en las últimas semanas, probablemente ante el temor de los ataques realizados a sus compañeros tránsitos, se fueron de la corporación.
¿Cómo no va a afectar la salida de estos policías federales?, si afecta, sólo que para el alcalde es de vital importancia blindar los municipios aledaños, de otra manera, todo se concentra en Celaya y eso calienta más la plaza, así que tuvo que sacrificar estos elementos para avanzar en una estrategia regional de seguridad que podría ampliarse a otros municipios.
Esta semana ya vimos al secretario de seguridad Alvar Cabeza de Vaca, firmar el convenio de seguridad con los alcaldes Chelis Oliveros de Apaseo el Grande y Monserrat Mendoza de Apaseo el Alto, los dos de extracción panista y ya pinta para que el acompañamiento vaya en serio en estas dos ciudades tan lastimadas por la violencia.
El municipio que enfrenta terribles problemas es Juventino Rosas, con las frecuentes manifestaciones de los ex policías municipales, quienes con toda la razón se queja de no tener ni para comer, pues les quitaron el trabajo sin que pudieran prepararse y lo peor es que el municipio no tiene dinero para liquidarlos, en la más reciente manifestación, salió el tesorero a decirles que no les podía dar fecha para su pago, imagínese la desesperación de estas familias y sin contención, quien sabe en que vayan a terminar.
Sin duda falto una estrategia integral para dar estos pasos, no solo se trataba de intervenir la policía y acusarlos de ser un bastión de delincuentes, si no darles seguimiento para la protección del alcalde Fernando Gasca y del propio municipio, a veces me da la impresión, que todo son tiros mediáticos, sin forma, anuncios aparatosos y después silencio y falta de acompañamiento a los presidentes municipales, que no les queda más que apechugar, pues a la mayoría les dejaron sin dinero para terminar el año.
En fin, en esta época de la meta comunicación, no termina de sorprendernos una información, cuando otra peor nos invade, este fenómeno resulta muy conveniente para la autoridad, pues como sociedad tenemos cientos de distractores para recordar los temas urgentes, como la violencia a la que tristemente venimos acostumbrándonos y la cual se ha recrudecido en las últimas semanas.
Descansa en paz Boshe, una tristeza tu partida.