Esta semana entendí mucho más sobre el tema de la revocación de mandato, un ejercicio vigente en México y en varias partes del mundo, que casi siempre surge por iniciativa de los gobernados, al no sentirse satisfechos por el desempeño de sus autoridades.
Lo que llama la atención es que en México este ejercicio inédito es impulsado justamente por el gobernante, Andrés Manuel López Obrador, lo ofreció en campaña, dijo que a la mitad de su sexenio preguntaría a los mexicanos si lo querían mantener en el poder y de lo contrario se iría, parece entonces, que está cumpliendo su promesa.
Pero resulta extraño, no le parece, hasta cierto punto muy arriesgado, a menos que nuestro presidente esté muy seguro de que la mayoría de la gente que salga a votar este próximo 10 de abril, le refrende su confianza para seguir conduciendo a nuestro país.
Otro factor que incidirá en el resultado, es la baja participación que históricamente hemos tenido los mexicanos en todos los ejercicios democráticos, como las elecciones, donde el 30 por ciento de la población es quien elige a los gobernantes, el otro tanto, ignora el llamado a la participación.
Por eso, es interesante darle a esta consulta el valor histórico que tiene, pues si el 40 por ciento de los consultados decide que debe dejar la presidencia, tendría que irse, para eso se requeriría que unos 38 millones de mexicanos lo hiciera, una cifra que resulta difícil de alcanzar.
Porque le digo esto, bueno, el INE pidió, para llevar a cabo todo este trabajo un presupuesto similar al de una elección constitucional, del orden de los 3 mil 800 millones de pesos, que fue lo que se gastó en la inmediata anterior, así como la instalación de 161 mil casillas en todo el país y 7 mil 745 casillas en el estado de Guanajuato.
Sin embargo, no se le asignó presupuesto, razón por la que el INE interpuso una inconformidad, la cual fue desechada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, después solicitaron ante el Congreso de la Unión, apoyo a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el cual también les fue negado y se les dijo que lo hicieran con lo que tuvieran al alcance, para la organización, desarrollo y entrega de resultados de la consulta.
Entonces, me surge otra pregunta, porqué si el Presidente de México, está promoviendo la consulta, no provee de los recursos necesarios para hacerla en grande y como marca la Ley de Revocación de Mandato impulsada por él mismo y aprobada por el partido político que él fundó, pareciera entonces que se ponen piedras en el camino para que no salga de lo mejor.
En fin, el INE desaparece algunos programas y realiza ajustes para cumplir con llevar a cabo la consulta, con los siguientes números: serán 2 mil millones de pesos los que costará, se instalarán en el país poco más de 57 mil casillas, 110 mil menos que en una elección y en Guanajuato, en lugar de 7 mil 745, se instalarán 2 mil 802 casillas.
Para eso alcanzó, adicionalmente no habrá PREP, programa de resultados preliminares, ese sistema que antes de las 6 de la tarde que se cierran las casillas ya nos daba tendencias muy claras del resultado de una elección, en esta consulta no operará pues cuesta y no se pudo pagar, las urnas y mamparas que se utilizarán serán recicladas de elecciones pasadas, el papel de los cuadernillos que contienen el padrón electoral y las papeletas de votación, no se realizarán con papel seguridad, sino en hojas de papel bond simples, también para ahorrar.
El tamaño de la hoja será media carta, y usted encontrará la siguiente pregunta: ¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo? De lado izquierdo habrá un recuadro con la leyenda: Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza y en el recuadro de lado derecho dice: Que siga en la Presidencia de la República.
No hay mucho que pensar para responder, ni tampoco creo que haya lugar a dudas para los consultados, es muy fácil entender el sentido de la respuesta, así que cada persona emitirá su opinión y se contarán los resultados, la difusión para conocer cuáles son las ubicaciones de las casillas también es limitada, así que si desea saberlo puede ingresar a @ineguanajuato y saber dónde le toca, y obviamente deberá ir con tiempo y paciencia, pues los lugares para votar también se redujeron para tener ahorros, varias secciones electorales se juntaron en una misma, en total serán mil 225 lugares la mayoría de ellos escuelas.
Si usted recogió su INE después del 3 de marzo en alguno de los módulos, no podrá participar en la consulta, solo lo harán aquellos que la recibieron un día antes, en Guanajuato 4 millones 580 mil ciudadanos cuentan con su credencial de elector vigente para poder participar, veremos cuántos de ellos la usan, además de los mexicanos viviendo en el extranjero que también lo podrán hacer vía digital.
No le voy a recomendar que hacer, solo le proporcionó información, porque cuando tomamos decisiones lo mínimo que requerimos es estar informados, ojalá que este ejercicio sea para bien de los mexicanos y que se respeten las instituciones encargadas de llevarlas a cabo, Lorenzo Córdoba me desalentó hace unos días con sus declaraciones, augurando que pase lo que pase con los resultados de la consulta, esperan que el Presidente de México, cuestione su actuar y eso sería una tristeza.
Estos 2 mil millones de pesos que se gastarán, son el costo de la desconfianza en nuestro querido México, necesitamos una credencial que diga quienes somos para que nos crean, necesitamos una tinta indeleble para no repetir el voto, necesitamos papel de seguridad para no hacer trampa, estamos orgullosos de nuestro Instituto Electoral, pero en el resto del mundo no funciona así, no cuesta tanto convencer a un país, de que no se hizo trampa, mi única invitación a usted es que independientemente del resultado, respetemos nuestras instituciones, es lo único que mantendrá de pie esta nación.
