La próxima semana, se llevará a cabo la glosa del cuarto informe del gobernador del estado Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, con un esquema viejo, gastado, anquilosado, instaurado por el poder legislativo y que solo sirve para que los grupos parlamentarios opositores, se luzcan haciendo fuertes señalamientos a los secretarios, sin que eso aterrice en un beneficio para nosotros los ciudadanos.
Uno de los más cuestionados será sin duda el secretario de seguridad en el estado, Alvar Cabeza de Vaca, quien sostiene importantes avances en materia de seguridad, le cuento de algunos que me dijo en una breve entrevista.
Destaca la inversión hecha año con año desde el inicio de este sexenio con 200 millones de pesos anuales, que a este cuarto año, suma ya 800 millones de pesos invertidos en seguridad, donde el 25 por ciento se destina a capacitación y el 75 por ciento a equipamiento.
También menciona los 16 mil millones de pesos que se ha invertido en la infraestructura, equipamiento y tecnología que hoy, ya rinde frutos en materia de prevención y buena parte de esos recursos, se han invertido en tener a los policías mejor pagados del país, con sueldos de poco más de 25 mil pesos mensuales, más de 4 mil 100 policías estatales que a decir del secretario no causan bajas de las filas de la corporación por las excelentes condiciones laborales.
El secretario recuerda que en el año 2012 cuando llegó a hacerse cargo de la seguridad estatal, en todo el estado se realizaban dos detenciones y no era sólo porque el clima de violencia no era como el actual, sino por la inoperatividad de las fuerzas estatales, que en aquel momento eran solo mil 200 efectivos y en diez años creció a 4 mil 100 elementos.
Cierto es, que las condiciones del estado han cambiado radicalmente, desde 2019 y hasta mediados del 2021, los niveles de violencia fueron escalando sin ningún precedente en la entidad y según los datos del funcionario estatal, han comenzado a disminuir de mediados del año pasado y en 2022.
Ya el gobernador ha dicho en diversos foros, que se registraron mil homicidios menos que el año anterior y esta cifra forma parte de los logros más consistentes para exponer frente a los ciudadanos y también a los diputados.
Un dato que me pareció muy interesante, tiene que ver con la prevención, ¿cómo logras cuantificar lo que se previene? Resulta que en el último año, se atendieron 2 millones de personas con platicas de prevención, sentido de vida y riesgos en el tema de adicciones, pero como no era posible saber que tanto se había incidido en ellos a través de estas acciones, se cruzó la información con la fiscalía y se observó que de este universo de personas, ninguna cometió en un tiempo determinado un delito o fue víctima de él, por tanto se pudo comprobar que es posible inhibir, a partir de la generación de conciencia a aquellas personas que son más vulnerables a ejercer prácticas antisociales.
Hemos dicho en varias ocasiones en este espacio, que el contexto define, y por tanto modificar ese ambiente que contamina a nuestros jóvenes es la gran solución, solo que cuesta trabajo entenderla y venderla igual de bien que la compra de patrullas o armas, porque es una estrategia que requiere tiempo, pero es genial desde la perspectiva humana, realmente al que cambias es al ser humano, que al final impactará en su contexto más cercano y esto replicado, traería un gran beneficio social.
Suena romántico, lo sé, pero es real, y hasta cierto punto sencillo, ocuparnos más de las personas y menos de las armas, cuando vemos a niños rentados o explotados en las calles por sus propios progenitores, podemos entender cómo es que no todos tenemos la fortuna de haber crecido en un hogar que nos dio protección y cuidado, la violencia familiar es una deuda social con miles que no conocen de amor, ni de derechos, ni de igualdad.
Pese a todos los esfuerzos, la sociedad cuestiona fuerte el actuar de las autoridades, a nadie satisfacen las cifras, vivimos en medio de un paternalismo bien arraigado, donde todo es culpa del gobierno y hemos hecho a un lado nuestra responsabilidad.
Un tema con muchas aristas, más cuando se lee en lo macro, conociendo que el mayor cartel que opera en nuestro estado, no es de Guanajuato, pero le interesa la entidad porque tiene un comercio pujante económicamente, registra altos niveles de consumo de drogas, tiene una ubicación privilegiada, carreteras en muy buen estado, caminos saca cosechas, sierras y comunidades enteras dispuestas a trabajar para ellos.
Entonces ¿qué hacer, cuándo se van a ir, cuándo se va a terminar, llegaron para quedarse? Yo creo que sí, así como tienen presencia en prácticamente todo el paìs y en gran parte del mundo, no podríamos pensar que Guanajuato se iba a librar de ellos, así que la necesidad de educar en la cultura del trabajo y el esfuerzo y de un estilo de vida sin adicciones, será la mejor aportación que como padres hagamos a esta sociedad, nuestros jóvenes vivirán con estos temas en su día a día, y será imposible ocultárselos, lo mejor es que lo conozcan y vean los finales que tienen estas personas, para que nunca se vuelva aspiracional.
Finalmente, hablamos de la extorsión, este lastre que Celaya y la región ha padecido por varios años y que ha ocasionado que las cortinas de muchos negocios se hayan cerrado para siempre, otros migraron a otras ciudades o estados y el peor de los casos, son quienes siguen resignados a pagar, para poder trabajar.
Cabeza de Vaca, reconoció que llevó tiempo a la autoridad competente, lograr encontrar un canal de comunicación directo con las víctimas, y a la par, idear un mecanismo seguro que le diera la tranquilidad al afectado de que no habría fuga de información que pusiera en riesgo su vida.
El resultado, la creación de un grupo especial anti extorsión, dependiente de la fiscalía del estado, que ya no espera que él o los afectados, acudan a denunciar el delito exponiendo su pellejo, sino que echando mano del protocolo diseñado, reciban la visita del grupo especial, conozcan los detalles del extorsionador y ejecuten un plan de captura.
Las últimas detenciones de extorsionadores en mercados de la ciudad, han sido resultado de esta estrategia, pero fue necesario que los ciudadanos, ganaran confianza en la autoridad y creo que también el hartazgo de entregar en manos de unos “zánganos” como dijo el secretario, el dinero producto de su trabajo, los llevo a tener que confiar y pedir ayuda de las autoridades.
Ojalá que en el tiempo recordemos la negra época de la extorsión, como un terrible bache en la historia de nuestra ciudad y que las vidas de tantas personas que se perdieron por culpa de estos delincuentes, sean las últimas por este terrible delito que dejo a cientos de familias muy lastimadas.
Hoy no tenemos de otra, más que confiar en las autoridades y hacer equipo, nuestros verdaderos enemigos, son los criminales.
