/ lunes 24 de mayo de 2021

BANXICO y el Peor Escenario

Hace un par de días, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un anuncio en el cual afirmaba que no ratificaría al actual gobernador del Banco de México (BANXICO), Alejandro Díaz de León. Recordemos que Díaz de León fue el sucesor del Gobernador Agustín Carstens quien dejó el BANXICO para sumarse al equipo del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en la gerencia general.

Muchos son los rumores que se corren mediante la no ratificación de Alejandro Díaz, sin embargo, todo topa en que Díaz no está alineado con las políticas y maneras de gobernar de AMLO, ya que, según este último, es necesario que el BANXICO esté gobernado por alguien con un enfoque social.

Ahora bien, recordaremos que Díaz de León, presentó hace un año un informe trimestral en el cual daba a conocer cuáles eran las perspectivas de crecimiento para la economía mexicana para el 2020 y el 2021 con tres escenarios (los tres negativos), mismos que estaban sujetos a la evolución de la pandemia generada por la COVID-19.

A manera de resumen, los tres escenarios contemplaban distintas formas de comportamiento: 1) Tipo V; 2) Tipo V profunda y, 3) Tipo U profunda. Para entender lo anterior y no entrar en más tecnicismos económicos tratemos de imaginarlo de una manera muy visual y sencilla: el primer tipo de forma es la V, una caída pronunciada con un crecimiento similar, sin embargo, a diferencia de la forma tipo U esta presenta una rápida recuperación; el segundo tipo es la V profunda, lo mismo que la V pero más marcada, con una mayor caída y un crecimiento igual de dinámico, por último, se encuentra la forma tipo U profunda, la más pesimista de los tres escenarios mencionados por el BANXICO, una caída casi en picada y prolongada seguida de un estancamiento en el crecimiento y, después, una recuperación económica. Sin embargo, economistas y especialistas en la materia hablaban de un cuarto escenario en forma de L, una caída abrupta y un crecimiento cercano a cero durante un periodo prolongado, escenario que lo convierte en el peor de todos pues la recesión podría ser muy prolongada, complicada y de mucho sufrimiento para las familias mexicanas.

¿Qué nos dicen los indicadores a un año de dicho reporte de perspectivas económicas? Para poder contestar esta pregunta, tendremos que referirnos a los datos que nos arroja el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), mismo que es estimado sobre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE). Así pues, si observamos la serie presentada el pasado 18 de mayo podemos observar que se estima un repunte máximo de 22.4% para el mes de abril respecto a marzo de este mismo año. Sin embargo, la variación porcentual real de la Estimación Oportuna del PIB muestra una clara caía al primer trimestre del 2021, siendo esta de -2.9%. Adicional a esta caída, es importantísimo señalar que ligan 6 trimestres consecutivos con crecimientos negativos y, siendo objetivos, la administración de AMLO no ha tenido un solo trimestre con crecimiento positivo, exceptuando el tercer trimestre de 2019 donde hubo 0.0 de crecimiento.

Evidentemente el nuevo orden mundial que trajo consigo la pandemia han puesto en jaque a muchas industrias, además, han llevado a repensar la manera de hacer negocios y, sobre todo, potencializando todo al e-commerce.

Para concluir, la reactivación de la economía mexicana ha sido una montaña rusa, así como las aperturas cierres (que no son exclusivos de nuestro país). Las entidades industriales han sido las que más han podido sobrellevar esta crisis económica, pues desde la reapertura de las plantas y fabricas se ha dado una activación económica casi obligatoria, siempre acompañada de políticas del cuidado de la salud.

Hace un par de días, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un anuncio en el cual afirmaba que no ratificaría al actual gobernador del Banco de México (BANXICO), Alejandro Díaz de León. Recordemos que Díaz de León fue el sucesor del Gobernador Agustín Carstens quien dejó el BANXICO para sumarse al equipo del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en la gerencia general.

Muchos son los rumores que se corren mediante la no ratificación de Alejandro Díaz, sin embargo, todo topa en que Díaz no está alineado con las políticas y maneras de gobernar de AMLO, ya que, según este último, es necesario que el BANXICO esté gobernado por alguien con un enfoque social.

Ahora bien, recordaremos que Díaz de León, presentó hace un año un informe trimestral en el cual daba a conocer cuáles eran las perspectivas de crecimiento para la economía mexicana para el 2020 y el 2021 con tres escenarios (los tres negativos), mismos que estaban sujetos a la evolución de la pandemia generada por la COVID-19.

A manera de resumen, los tres escenarios contemplaban distintas formas de comportamiento: 1) Tipo V; 2) Tipo V profunda y, 3) Tipo U profunda. Para entender lo anterior y no entrar en más tecnicismos económicos tratemos de imaginarlo de una manera muy visual y sencilla: el primer tipo de forma es la V, una caída pronunciada con un crecimiento similar, sin embargo, a diferencia de la forma tipo U esta presenta una rápida recuperación; el segundo tipo es la V profunda, lo mismo que la V pero más marcada, con una mayor caída y un crecimiento igual de dinámico, por último, se encuentra la forma tipo U profunda, la más pesimista de los tres escenarios mencionados por el BANXICO, una caída casi en picada y prolongada seguida de un estancamiento en el crecimiento y, después, una recuperación económica. Sin embargo, economistas y especialistas en la materia hablaban de un cuarto escenario en forma de L, una caída abrupta y un crecimiento cercano a cero durante un periodo prolongado, escenario que lo convierte en el peor de todos pues la recesión podría ser muy prolongada, complicada y de mucho sufrimiento para las familias mexicanas.

¿Qué nos dicen los indicadores a un año de dicho reporte de perspectivas económicas? Para poder contestar esta pregunta, tendremos que referirnos a los datos que nos arroja el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), mismo que es estimado sobre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE). Así pues, si observamos la serie presentada el pasado 18 de mayo podemos observar que se estima un repunte máximo de 22.4% para el mes de abril respecto a marzo de este mismo año. Sin embargo, la variación porcentual real de la Estimación Oportuna del PIB muestra una clara caía al primer trimestre del 2021, siendo esta de -2.9%. Adicional a esta caída, es importantísimo señalar que ligan 6 trimestres consecutivos con crecimientos negativos y, siendo objetivos, la administración de AMLO no ha tenido un solo trimestre con crecimiento positivo, exceptuando el tercer trimestre de 2019 donde hubo 0.0 de crecimiento.

Evidentemente el nuevo orden mundial que trajo consigo la pandemia han puesto en jaque a muchas industrias, además, han llevado a repensar la manera de hacer negocios y, sobre todo, potencializando todo al e-commerce.

Para concluir, la reactivación de la economía mexicana ha sido una montaña rusa, así como las aperturas cierres (que no son exclusivos de nuestro país). Las entidades industriales han sido las que más han podido sobrellevar esta crisis económica, pues desde la reapertura de las plantas y fabricas se ha dado una activación económica casi obligatoria, siempre acompañada de políticas del cuidado de la salud.