/ miércoles 10 de agosto de 2022

Buenas Prácticas Para la Atención Ciudadana

La gente tiene la razón, pero siempre hay un pero, acompañada de una opinión técnica, que mejor cuando se hace de forma ordenada y sistematizada. No cabe duda que las solicitudes de la ciudadanía son muchas, las necesidades son latentes, pero no por eso significa que sean reales, o por lo menos no los alcances. “Señor director me puede apoyar con mi calle, son sólo dos carretilladas de material, con eso será suficiente”, oh sorpresa, van dos viajes de 14 m3 y aún no se ve para cuando terminar. Por eso la importancia de dictaminar las solicitudes ciudadanas, no por dar una respuesta de inmediato, significa que tendremos mejores resultados.

Después de haber recibido la solicitud y de haberla archivado correctamente, es necesario dictaminar cuánta inversión requiere, así sea un ejercicio con recursos propios, vale la pena medir qué recursos materiales y humanos requiere la acción para su correcta ejecución. Además de siempre tener presente el mejor proceso constructivo, el de mejor calidad, el de menor tiempo y sobre todo en estos tiempos el que menos afecte las finanzas públicas.

Teniendo estos elementos, solicitud y dictamen, es necesario su priorización, dicen que cada quién se rasca las pulgas como quiere, este proceso puede y debe considerar una ponderación técnica, política y social. Lo que permitirá enlistar por orden de priorización las solicitudes y poder llevar a cabo las obras en orden y sin la necesidad de estar apagando fuegos, técnicos y/o políticos en cada esquina.

Teniendo du priorización es de gran importancia el calendarizar la obra, si bien la infraestructura pública no es famosa por cumplir con los calendarios de obra, es fundamental tener en mente antes y después de quién van, ya sea que las obras sean por semana o por territorio, es en este punto el quiebre de cualquier ciudadano para tener una tranquilidad sobre la realización de su acción. Cabe mencionar que durante este proceso es importantísimo la comunicación con el beneficiario, para aclarar el retraso o adelanto de su calendario.

Por último, pero no menos importante la comprobación de la acción es no sólo para un tema burocrático, bien dicen que lo que no se mide, no se mejora, el tener un sistema en dónde se detecte demasiado inversión en una zona o de un beneficiario puede significar muchas cosas que habrá que desglosar, por lo mientras el manejo de la información permitirá dejar certidumbre en el accionar de cualquier dirección de obras públicas, esto siempre para el territorio de todos.


La gente tiene la razón, pero siempre hay un pero, acompañada de una opinión técnica, que mejor cuando se hace de forma ordenada y sistematizada. No cabe duda que las solicitudes de la ciudadanía son muchas, las necesidades son latentes, pero no por eso significa que sean reales, o por lo menos no los alcances. “Señor director me puede apoyar con mi calle, son sólo dos carretilladas de material, con eso será suficiente”, oh sorpresa, van dos viajes de 14 m3 y aún no se ve para cuando terminar. Por eso la importancia de dictaminar las solicitudes ciudadanas, no por dar una respuesta de inmediato, significa que tendremos mejores resultados.

Después de haber recibido la solicitud y de haberla archivado correctamente, es necesario dictaminar cuánta inversión requiere, así sea un ejercicio con recursos propios, vale la pena medir qué recursos materiales y humanos requiere la acción para su correcta ejecución. Además de siempre tener presente el mejor proceso constructivo, el de mejor calidad, el de menor tiempo y sobre todo en estos tiempos el que menos afecte las finanzas públicas.

Teniendo estos elementos, solicitud y dictamen, es necesario su priorización, dicen que cada quién se rasca las pulgas como quiere, este proceso puede y debe considerar una ponderación técnica, política y social. Lo que permitirá enlistar por orden de priorización las solicitudes y poder llevar a cabo las obras en orden y sin la necesidad de estar apagando fuegos, técnicos y/o políticos en cada esquina.

Teniendo du priorización es de gran importancia el calendarizar la obra, si bien la infraestructura pública no es famosa por cumplir con los calendarios de obra, es fundamental tener en mente antes y después de quién van, ya sea que las obras sean por semana o por territorio, es en este punto el quiebre de cualquier ciudadano para tener una tranquilidad sobre la realización de su acción. Cabe mencionar que durante este proceso es importantísimo la comunicación con el beneficiario, para aclarar el retraso o adelanto de su calendario.

Por último, pero no menos importante la comprobación de la acción es no sólo para un tema burocrático, bien dicen que lo que no se mide, no se mejora, el tener un sistema en dónde se detecte demasiado inversión en una zona o de un beneficiario puede significar muchas cosas que habrá que desglosar, por lo mientras el manejo de la información permitirá dejar certidumbre en el accionar de cualquier dirección de obras públicas, esto siempre para el territorio de todos.