/ lunes 7 de septiembre de 2020

El informe que no informó

“Nos tocó el peor momento con el mejor gobierno. AMLO”.

Para bien o para mal, guste o no, Andrés Manuel López Obrador es quien toma las decisiones políticas y administrativas en nuestro país. Hace unos días AMLO daba su segundo informe de gobierno, en el cual trató de hacer notar las buenas acciones y los compromisos que ha logrado su gobierno en dos años de arduo y continuo trabajo. Para sorpresa de pocos, lo que antes solía ser un evento de suma importancia, pareció ser una mañanera más y distó mucho de la realidad que vivimos millones de mexicanos.

Austeridad republicana, combate a la corrupción, más apoyo a los pobres, no más deuda, apreciación del peso frente al dólar, el precio de la mezcla mexicana pasando de cero a 40 dólares y una lista de acciones o logros que muestran dos cosas: 1) el presidente busca colgarse medallas ajenas y 2) trata de minimizar la catástrofe que sacude a nuestro país. Si bien, la contingencia del COVID-19 nos ha puesto en jaque, no todo es culpa de ésta, tenemos que aclarar que hasta antes del COVID nuestro país estaba en crisis, 5 trimestres con caídas en la economía (todo el tiempo que lleva la actual administración), subejercicios del gasto público, polarización de la sociedad y enfrentamientos entre el sector privado y el público han hecho que hoy en nuestro país, las y los mexicanos carguemos con esas malas decisiones.

Destacaré dos cosas que son fundamentales ahora y siempre (si queremos de verdad prosperar y crecer como país): 1) apoyar a los pobres claro que es virtuoso y, entendámoslo, es tarea de todos, no sólo del presidente sin embargo, lo que sí es tarea de su gobierno es hacer lo necesario para que las políticas públicas puedan mejorar la situación de las personas pobres en los tres tiempos (corto, mediano y largo plazo); 2) rehabilitar los hospitales comunitarios o clínicas de atención es de celebrar, sin embargo, esto no garantiza que esas comunidades contarán con los insumos y el personal médico necesario, esto es todo un tema. Lo anterior nos obliga a demandar mejores políticas públicas cuyo planteamiento sea el adecuado, el medio el más eficiente y su evaluación la más objetiva posible.

Ahora bien, respecto a lo dicho del dólar y el precio de la mezcla mexicana, únicamente me limitaré a decir que eso es determinado por el mercado, es decir, oferta y demanda. Sin embargo, las decisiones que tome o deje de tomar el presidente sí tendrán un alto impacto negativo en el tipo de cambio: malas políticas y manejos del presupuesto pueden llevar al cielo el tipo de cambio. De los demás compromisos y acciones que AMLO anunció en su “informe” no hablaré, pues me parecen repetitivas (dado que siempre las menciona en sus mañaneras) y utópicas.

Para finalizar, dentro de unos días el ejecutivo deberá enviar el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021 al poder legislativo, donde deberá analizar, discutir y, en su caso, modificar ese proyecto para después ser aprobado, por obvias razones el PPEF 2021 presentará recortes en muchos rubros y posiblemente se pueda ver un castigo respecto de las participaciones y aportaciones para los estados, sobre todo para aquellos que no siguen la línea política del presidente. Y, en torno a los pre-criterios de política económica podremos observar ajustes importantes a la baja, sobre todo en el tipo de cambio y el precio de la mezcla mexicana, variables que tienen un alto impacto en las finanzas públicas federales, en mi siguiente columna hablaré de manera muy general sobre este documento.

“Nos tocó el peor momento con el mejor gobierno. AMLO”.

Para bien o para mal, guste o no, Andrés Manuel López Obrador es quien toma las decisiones políticas y administrativas en nuestro país. Hace unos días AMLO daba su segundo informe de gobierno, en el cual trató de hacer notar las buenas acciones y los compromisos que ha logrado su gobierno en dos años de arduo y continuo trabajo. Para sorpresa de pocos, lo que antes solía ser un evento de suma importancia, pareció ser una mañanera más y distó mucho de la realidad que vivimos millones de mexicanos.

Austeridad republicana, combate a la corrupción, más apoyo a los pobres, no más deuda, apreciación del peso frente al dólar, el precio de la mezcla mexicana pasando de cero a 40 dólares y una lista de acciones o logros que muestran dos cosas: 1) el presidente busca colgarse medallas ajenas y 2) trata de minimizar la catástrofe que sacude a nuestro país. Si bien, la contingencia del COVID-19 nos ha puesto en jaque, no todo es culpa de ésta, tenemos que aclarar que hasta antes del COVID nuestro país estaba en crisis, 5 trimestres con caídas en la economía (todo el tiempo que lleva la actual administración), subejercicios del gasto público, polarización de la sociedad y enfrentamientos entre el sector privado y el público han hecho que hoy en nuestro país, las y los mexicanos carguemos con esas malas decisiones.

Destacaré dos cosas que son fundamentales ahora y siempre (si queremos de verdad prosperar y crecer como país): 1) apoyar a los pobres claro que es virtuoso y, entendámoslo, es tarea de todos, no sólo del presidente sin embargo, lo que sí es tarea de su gobierno es hacer lo necesario para que las políticas públicas puedan mejorar la situación de las personas pobres en los tres tiempos (corto, mediano y largo plazo); 2) rehabilitar los hospitales comunitarios o clínicas de atención es de celebrar, sin embargo, esto no garantiza que esas comunidades contarán con los insumos y el personal médico necesario, esto es todo un tema. Lo anterior nos obliga a demandar mejores políticas públicas cuyo planteamiento sea el adecuado, el medio el más eficiente y su evaluación la más objetiva posible.

Ahora bien, respecto a lo dicho del dólar y el precio de la mezcla mexicana, únicamente me limitaré a decir que eso es determinado por el mercado, es decir, oferta y demanda. Sin embargo, las decisiones que tome o deje de tomar el presidente sí tendrán un alto impacto negativo en el tipo de cambio: malas políticas y manejos del presupuesto pueden llevar al cielo el tipo de cambio. De los demás compromisos y acciones que AMLO anunció en su “informe” no hablaré, pues me parecen repetitivas (dado que siempre las menciona en sus mañaneras) y utópicas.

Para finalizar, dentro de unos días el ejecutivo deberá enviar el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021 al poder legislativo, donde deberá analizar, discutir y, en su caso, modificar ese proyecto para después ser aprobado, por obvias razones el PPEF 2021 presentará recortes en muchos rubros y posiblemente se pueda ver un castigo respecto de las participaciones y aportaciones para los estados, sobre todo para aquellos que no siguen la línea política del presidente. Y, en torno a los pre-criterios de política económica podremos observar ajustes importantes a la baja, sobre todo en el tipo de cambio y el precio de la mezcla mexicana, variables que tienen un alto impacto en las finanzas públicas federales, en mi siguiente columna hablaré de manera muy general sobre este documento.