/ jueves 28 de febrero de 2019

Ingenioso Hidalgo

“La verdad sobre Sancho Panza: Franz Kafka”

Franz Kafka fue un escritor alemán cuyas obras son catalogadas como las más innovadoras e influyentes de la literatura universal del Siglo XX. Su estilo de alto contenido psicológico, sintetiza lo absurdo y lo metafísico, lo lúcido y lo irónico, y describe la paradoja de un mundo de sueños en un marco minuciosamente realista. Su doble juego entre lo monstruoso y lo normal queda reflejado en su obra cumbre: La Metamorfosis. La complejidad de la personalidad del escritor, que era un ser inescrutable, atormentado y paradójico, junto a la importancia de su perspectiva sobre el mundo, hizo que en muchos países se utilizara el término “kafkiano” para referirse a situaciones rebuscadas, laberínticas, angustiosas o actitudes complejas que recuerdan a las que Franz Kafka reflejó en su obra, nació en Praga el 3 de julio del año 1883, en una familia muy relacionada con lo cultural. Hermann Kafka, su padre, con quien tuvo una relación conflictiva, logró posicionarse socialmente a través de un matrimonio ventajoso, gracias al cual pudo costear una excelente formación para su primogénito, en un colegio alemán de Praga. Su madre, en cambio, Julie Löwy, pertenecía a una familia pudiente de la burguesía judeo alemana que se dedicaba en forma próspera a la fabricación de cerveza. Proveniente de una clase adinerada, la educación de la madre de Franz era más refinada y en su ámbito interactuaban profesores universitarios, artistas y bohemios. Desde la primera infancia, Franz hablaba el idioma checo y el alemán, que eran las lenguas maternas de su padre y madre, respectivamente. Luego adquirió conocimiento de la cultura francesa y aprendió a hablar el francés, idioma en el que se encuentran sus favoritos Goethe, Flaubert, Dickens y Cervantes. Como dijera Hermann Hesse, el estilo extraordinario y la intensidad de Kafka lo convierten en el rey de la prosa alemana. Sus novelas “El castillo”, igual que “El Proceso”, desencadenaron un alud de comentarios e interpretaciones no sólo de tipo literario sino también filosófico, teológico, psicológico, político y sociológico por la profundidad de los temas que tocaron el nervio de la época moderna. En 1915 escribió “La Metamorfosis”, en la que Gregorio Samsa (el protagonista) es un hombre mediocre, viajante de comercio que descubre una mañana, al despertar, que se ha convertido en un enorme insecto. La transformación horrible de Gregorio en un escarabajo es narrada con total normalidad, como si transformarse en un bicho monstruoso fuese algo cotidiano y común. Este juego doble de normalidad y monstruosidad en la creación del autor, es una constante en la que reside su singularidad. Retomando su gran influencia al estudiar a Cervantes, señala que Sancho Panza, logró con el correr de los años, mediante la composición de una cantidad de novelas de caballería y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche, apartar a tal punto de sí a su demonio, al que luego dio el nombre de Don Quijote, que este se lanzó irrefrenablemente a las más locas aventuras, las cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron daño a nadie. Sancho Panza, hombre libre, siguió impasible, quizás en razón de un cierto sentido de la responsabilidad, a Don Quijote en sus andanzas, alcanzando con ello un grande y útil esparcimiento hasta su fin. Que místico personaje que en cada pasaje de una reflexión como aquella frase dirigida a Sancho cuando enfrenta los molinos de viento: “No estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”. Twitter: @ArellanoRabiela

“La verdad sobre Sancho Panza: Franz Kafka”

Franz Kafka fue un escritor alemán cuyas obras son catalogadas como las más innovadoras e influyentes de la literatura universal del Siglo XX. Su estilo de alto contenido psicológico, sintetiza lo absurdo y lo metafísico, lo lúcido y lo irónico, y describe la paradoja de un mundo de sueños en un marco minuciosamente realista. Su doble juego entre lo monstruoso y lo normal queda reflejado en su obra cumbre: La Metamorfosis. La complejidad de la personalidad del escritor, que era un ser inescrutable, atormentado y paradójico, junto a la importancia de su perspectiva sobre el mundo, hizo que en muchos países se utilizara el término “kafkiano” para referirse a situaciones rebuscadas, laberínticas, angustiosas o actitudes complejas que recuerdan a las que Franz Kafka reflejó en su obra, nació en Praga el 3 de julio del año 1883, en una familia muy relacionada con lo cultural. Hermann Kafka, su padre, con quien tuvo una relación conflictiva, logró posicionarse socialmente a través de un matrimonio ventajoso, gracias al cual pudo costear una excelente formación para su primogénito, en un colegio alemán de Praga. Su madre, en cambio, Julie Löwy, pertenecía a una familia pudiente de la burguesía judeo alemana que se dedicaba en forma próspera a la fabricación de cerveza. Proveniente de una clase adinerada, la educación de la madre de Franz era más refinada y en su ámbito interactuaban profesores universitarios, artistas y bohemios. Desde la primera infancia, Franz hablaba el idioma checo y el alemán, que eran las lenguas maternas de su padre y madre, respectivamente. Luego adquirió conocimiento de la cultura francesa y aprendió a hablar el francés, idioma en el que se encuentran sus favoritos Goethe, Flaubert, Dickens y Cervantes. Como dijera Hermann Hesse, el estilo extraordinario y la intensidad de Kafka lo convierten en el rey de la prosa alemana. Sus novelas “El castillo”, igual que “El Proceso”, desencadenaron un alud de comentarios e interpretaciones no sólo de tipo literario sino también filosófico, teológico, psicológico, político y sociológico por la profundidad de los temas que tocaron el nervio de la época moderna. En 1915 escribió “La Metamorfosis”, en la que Gregorio Samsa (el protagonista) es un hombre mediocre, viajante de comercio que descubre una mañana, al despertar, que se ha convertido en un enorme insecto. La transformación horrible de Gregorio en un escarabajo es narrada con total normalidad, como si transformarse en un bicho monstruoso fuese algo cotidiano y común. Este juego doble de normalidad y monstruosidad en la creación del autor, es una constante en la que reside su singularidad. Retomando su gran influencia al estudiar a Cervantes, señala que Sancho Panza, logró con el correr de los años, mediante la composición de una cantidad de novelas de caballería y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche, apartar a tal punto de sí a su demonio, al que luego dio el nombre de Don Quijote, que este se lanzó irrefrenablemente a las más locas aventuras, las cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron daño a nadie. Sancho Panza, hombre libre, siguió impasible, quizás en razón de un cierto sentido de la responsabilidad, a Don Quijote en sus andanzas, alcanzando con ello un grande y útil esparcimiento hasta su fin. Que místico personaje que en cada pasaje de una reflexión como aquella frase dirigida a Sancho cuando enfrenta los molinos de viento: “No estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”. Twitter: @ArellanoRabiela