/ lunes 15 de julio de 2019

Ingenioso Hidalgo

Reflexión Quijotesca-Mandelista: Reglas ONU sobre reclusos

Una escultura del Quijote con la firma de Nelson Mandela fue donada al Museo Cervantino y según el museo, la firma de Mandela tiene un valor simbólico: Representa el paralelismo de la novela quijotesca con la vida del fallecido líder sudafricano, en particular en la lucha por la libertad ya que El Quijote también procuraba para cita cuando dice “la libertad, Sancho es uno de los mayores dones que a los hombres nos has dado los cielos”. Mandela se inspira en el Quijote y en reconocimiento a su constante lucha por los derechos humanos se le rinde un tributo a través de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela). El objeto de las reglas no es describir en forma detallada un sistema penitenciario modelo, sino únicamente enunciar, partiendo de los conceptos generalmente aceptados en nuestro tiempo y de los elementos esenciales de los sistemas contemporáneos más adecuados, los principios y prácticas que hoy en día se reconocen como idóneos en lo que respecta al tratamiento de los reclusos y la administración penitenciaria. Es evidente que, debido a la gran variedad de condiciones jurídicas, sociales, económicas y geográficas existentes en el mundo, no se pueden aplicar indistintamente todas las reglas en todas partes y en todo momento. No obstante, estas reglas deberán servir para estimular un esfuerzo constante por vencer las dificultades prácticas que se oponen a su aplicación, con la conciencia de que representan en su conjunto las condiciones mínimas admitidas por las Naciones Unidas. Por otra parte, las reglas se refieren a un ámbito en relación con el cual la reflexión intelectual evoluciona constantemente. No tienen por objeto excluir experimentos y prácticas, siempre que estos se ajusten a los principios e impulsen los propósitos que se desprenden del texto en su conjunto. Guiándose por ese espíritu, la administración penitenciaria central siempre podrá autorizar excepciones. La primera parte de las reglas trata de la administración general de los establecimientos penitenciarios y es aplicable a todas las categorías de reclusos, independientemente de que su situación sea el resultado de un proceso criminal o civil, de que se encuentren en espera de juicio o estén cumpliendo condena, e incluso de que se les haya o no sometido a “medidas de seguridad” o medidas correccionales por mandamiento judicial. La segunda parte contiene disposiciones que solamente se aplican a las categorías especiales de reclusos a que se refiere cada sección. No obstante, las reglas son aplicables a los reclusos penados, se aplicarán igualmente a las categorías de reclusos, siempre que no sean contradictorias con las reglas que rigen esas categorías de reclusos y que sean ventajosas para ellos. Las reglas no tienen por objeto regular la administración de los establecimientos para menores de edad, como los centros de detención o reeducación de menores, si bien, en general, la primera parte es aplicable también a esos establecimientos. La categoría de reclusos jóvenes debe comprender, como mínimo, a los jóvenes cuyos casos competan a las jurisdicciones de menores. Por regla general, no debe condenarse a esos jóvenes a penas de prisión. Cómo es increíble que la obra de Cervantes, haya impactado e impacte aún en todos los ámbitos del conocimiento, como lo es en este caso en materia de derechos humanos en el sistema penitenciario, considerando el pensamiento Quijotezco-Mandelista que nos hace reflexionar sobre temas tan profundos como la dignidad humana. “El Quijote es una biblia laica, Fernando Amate”. Twitter: @ArellanoRabiela

Reflexión Quijotesca-Mandelista: Reglas ONU sobre reclusos

Una escultura del Quijote con la firma de Nelson Mandela fue donada al Museo Cervantino y según el museo, la firma de Mandela tiene un valor simbólico: Representa el paralelismo de la novela quijotesca con la vida del fallecido líder sudafricano, en particular en la lucha por la libertad ya que El Quijote también procuraba para cita cuando dice “la libertad, Sancho es uno de los mayores dones que a los hombres nos has dado los cielos”. Mandela se inspira en el Quijote y en reconocimiento a su constante lucha por los derechos humanos se le rinde un tributo a través de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela). El objeto de las reglas no es describir en forma detallada un sistema penitenciario modelo, sino únicamente enunciar, partiendo de los conceptos generalmente aceptados en nuestro tiempo y de los elementos esenciales de los sistemas contemporáneos más adecuados, los principios y prácticas que hoy en día se reconocen como idóneos en lo que respecta al tratamiento de los reclusos y la administración penitenciaria. Es evidente que, debido a la gran variedad de condiciones jurídicas, sociales, económicas y geográficas existentes en el mundo, no se pueden aplicar indistintamente todas las reglas en todas partes y en todo momento. No obstante, estas reglas deberán servir para estimular un esfuerzo constante por vencer las dificultades prácticas que se oponen a su aplicación, con la conciencia de que representan en su conjunto las condiciones mínimas admitidas por las Naciones Unidas. Por otra parte, las reglas se refieren a un ámbito en relación con el cual la reflexión intelectual evoluciona constantemente. No tienen por objeto excluir experimentos y prácticas, siempre que estos se ajusten a los principios e impulsen los propósitos que se desprenden del texto en su conjunto. Guiándose por ese espíritu, la administración penitenciaria central siempre podrá autorizar excepciones. La primera parte de las reglas trata de la administración general de los establecimientos penitenciarios y es aplicable a todas las categorías de reclusos, independientemente de que su situación sea el resultado de un proceso criminal o civil, de que se encuentren en espera de juicio o estén cumpliendo condena, e incluso de que se les haya o no sometido a “medidas de seguridad” o medidas correccionales por mandamiento judicial. La segunda parte contiene disposiciones que solamente se aplican a las categorías especiales de reclusos a que se refiere cada sección. No obstante, las reglas son aplicables a los reclusos penados, se aplicarán igualmente a las categorías de reclusos, siempre que no sean contradictorias con las reglas que rigen esas categorías de reclusos y que sean ventajosas para ellos. Las reglas no tienen por objeto regular la administración de los establecimientos para menores de edad, como los centros de detención o reeducación de menores, si bien, en general, la primera parte es aplicable también a esos establecimientos. La categoría de reclusos jóvenes debe comprender, como mínimo, a los jóvenes cuyos casos competan a las jurisdicciones de menores. Por regla general, no debe condenarse a esos jóvenes a penas de prisión. Cómo es increíble que la obra de Cervantes, haya impactado e impacte aún en todos los ámbitos del conocimiento, como lo es en este caso en materia de derechos humanos en el sistema penitenciario, considerando el pensamiento Quijotezco-Mandelista que nos hace reflexionar sobre temas tan profundos como la dignidad humana. “El Quijote es una biblia laica, Fernando Amate”. Twitter: @ArellanoRabiela