/ jueves 12 de marzo de 2020

Ingenioso Hidalgo

La justicia no se alcanza con la injusticia

Considerando la cuerda locura del Quijote, que anhelaba justicia nunca pensó en lastimar a nadie, agredir a nadie, sino luchar contra los molinos de viento que son los grandes enemigos de la humanidad: La ignorancia, el poder autoritario, la demagogia, la corrupción, entre otros más. Hemos vivido recientemente manifestaciones de mujeres que claman justicia debido al alto índice de violaciones, acoso, hostigamiento, feminicidios, y por supuesto que a la sociedad lastima todo esto. Salieron el pasado ocho de marzo a manifestarse con violencia, pintando monumentos, rompiendo vidrios, lastimando principalmente a los hombres o bien el movimiento nacional de un día sin mujeres, para darnos cuenta de lo importante que son. Por supuesto que son muy importantes y nos merecen todo nuestro respeto, cuidado, consideraciones, pero también los hombres que no somos agresores, que no violamos, que no las agredimos. En la sociedad siempre habrá gente mala y buena, no podemos generalizar, pero lo que sí es importante es cómo nos manipulan y el gobierno se ríe de la sociedad, y solo lo soluciona con abrazos. No se debe permitir que se dañe el patrimonio de la humanidad, de nuestro país, la propiedad privada, que se lastimen ciudadanos en aras de una supuesta legitima libertad de expresión. Hay que recordar que, en materia de derechos humanos, mis derechos terminan cuando empiezan los derechos del otro, siempre habrá colusión de derechos, esto es, derechos en pugna como por ejemplo el derecho a la paz, el derecho a la seguridad pública, el derecho al libre tránsito, el derecho a la dignidad de todas las personas, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la salud, entre otros más. Una pregunta muy clara, después de destrozar al país, de agredir a los ciudadanos o de quedarse en sus casas ¿se ha solucionado el problema?, naturalmente que no.

Solo es un desahogo que el Estado actual permite beligerantemente con la idea de manifestar inconformidades y que el pueblo se sienta en teoría escuchado. La labor es diaria, solamente vamos a acabar este fenómeno de violencia con inteligencia, exigiendo, no pidiendo, que las autoridades hagan su trabajo, generar esquemas de prevención del delito, educar en valores a las siguientes generaciones, solo así existirán cambios sustanciales a la realidad actual. Es una tristeza que manejen al pueblo de México como borregos, como masas, como fenómenos influenciados por grupos radicales. Cuánta razón tiene Arturo Graf: “El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan.” México necesita despertar ya, pero quizá nos falta esa cuerda locura del Ingenioso Hidalgo para luchas por nuestros ideales y acabar como he señalado, con esos molinos de viento. Twitter @ArellanoRabiela

La justicia no se alcanza con la injusticia

Considerando la cuerda locura del Quijote, que anhelaba justicia nunca pensó en lastimar a nadie, agredir a nadie, sino luchar contra los molinos de viento que son los grandes enemigos de la humanidad: La ignorancia, el poder autoritario, la demagogia, la corrupción, entre otros más. Hemos vivido recientemente manifestaciones de mujeres que claman justicia debido al alto índice de violaciones, acoso, hostigamiento, feminicidios, y por supuesto que a la sociedad lastima todo esto. Salieron el pasado ocho de marzo a manifestarse con violencia, pintando monumentos, rompiendo vidrios, lastimando principalmente a los hombres o bien el movimiento nacional de un día sin mujeres, para darnos cuenta de lo importante que son. Por supuesto que son muy importantes y nos merecen todo nuestro respeto, cuidado, consideraciones, pero también los hombres que no somos agresores, que no violamos, que no las agredimos. En la sociedad siempre habrá gente mala y buena, no podemos generalizar, pero lo que sí es importante es cómo nos manipulan y el gobierno se ríe de la sociedad, y solo lo soluciona con abrazos. No se debe permitir que se dañe el patrimonio de la humanidad, de nuestro país, la propiedad privada, que se lastimen ciudadanos en aras de una supuesta legitima libertad de expresión. Hay que recordar que, en materia de derechos humanos, mis derechos terminan cuando empiezan los derechos del otro, siempre habrá colusión de derechos, esto es, derechos en pugna como por ejemplo el derecho a la paz, el derecho a la seguridad pública, el derecho al libre tránsito, el derecho a la dignidad de todas las personas, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la salud, entre otros más. Una pregunta muy clara, después de destrozar al país, de agredir a los ciudadanos o de quedarse en sus casas ¿se ha solucionado el problema?, naturalmente que no.

Solo es un desahogo que el Estado actual permite beligerantemente con la idea de manifestar inconformidades y que el pueblo se sienta en teoría escuchado. La labor es diaria, solamente vamos a acabar este fenómeno de violencia con inteligencia, exigiendo, no pidiendo, que las autoridades hagan su trabajo, generar esquemas de prevención del delito, educar en valores a las siguientes generaciones, solo así existirán cambios sustanciales a la realidad actual. Es una tristeza que manejen al pueblo de México como borregos, como masas, como fenómenos influenciados por grupos radicales. Cuánta razón tiene Arturo Graf: “El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan.” México necesita despertar ya, pero quizá nos falta esa cuerda locura del Ingenioso Hidalgo para luchas por nuestros ideales y acabar como he señalado, con esos molinos de viento. Twitter @ArellanoRabiela