/ jueves 11 de marzo de 2021

Ingenioso Hidalgo

Madame Bovary ¿pudo haber sido Don Quijote?

Se ha discutido que el siglo XVII Emma Bovary hubiese sido un caballero andante y a mediados del siglo XIX ser Don Quijote, sería una romántica empedernida. A ambos personajes los separan más de dos cientos años y diferencias obvias como la del género (uno es hombre y la otra mujer), la época, la edad y la nacionalidad. Pero su esencia en el fondo es muy similar y representan a la perfección la crisis de un tiempo que llegaba a su fin y que se negaron a aceptar. No hay que olvidar que los dos pagaron con su vida el precio de hacer realidad sus sueños, pero consiguieron ser dos figuras literarias inmortales y respetadas. Por otra parte, Francia y España son dos países vecinos cuya proximidad geográfica ha propiciado el intercambio de influencias literarias, estilos, modos y temas. Los franceses aman la obra de Cervantes, el teatro clásico español y la picaresca. Los literatos españoles, por su parte, se han sentido atraídos sobre todo por la literatura francesa del siglo XIX. De este continuo devenir literario marcado por los modos y las exigencias de los ilustrados y sus circunstancias podemos encontrar dos autores, Gustave Flaubert y Miguel de Cervantes Saavedra. Flaubert, nacido en 1821 fue testigo de los cambios sociales provocados por la Revolución Francesa que en el ámbito literario tuvo como consecuencia tres grandes movimientos: El Romanticismo, el Realismo y el Simbolismo. Este autor, apasionado por España y su cultura, conoció la obra de Cervantes mucho antes de saber leer y escribir porque su tío le leía fragmentos de El Quijote (1605) que le marcaron profundamente y que más tarde trasladó a sus obras. Una de sus novelas más significativas es Madame Bovary (1856). El motor de esta historia es el análisis psicológico de la protagonista y que obedece a tres momentos: Decepción de la vida conyugal, descubrimiento y evolución tras una sucesión de amantes y fracaso económico que concluye con el suicidio por envenenamiento. Este libro fue la gran obra de Flaubert, la que más le gustó y de la que incluso llegó a afirmar que la protagonista era un reflejo fiel de él mismo, pese a parecerse tanto a un caso real de una mujer que se suicidó y alguna otra mujer más. Por otra parte, Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares y además de literato fue un soldado que llegó a sufrir torturas y cárcel en Argel hasta conseguir volver a su tierra donde empezó a escribir Don Quijote de la Mancha. Este libro lo escribió con el propósito de desmitificar de forma burlesca la tradición de tipo cortés y caballeresca de su época. Se consideró la primera novela moderna y sirvió de referente para la novela europea. Desde la elección de los escenarios, el acompañante de don Quijote, el nombre de los caballos y otros personajes y situaciones no es más que una exageración “in crescendo” que pone de manifiesto el fuerte contraste del protagonista ajeno a la realidad y totalmente abducido por sus lecturas que le habían secado el cerebro. Un rastreo con más profundidad nos lleva a encontrar similitudes entre estos dos protagonistas claramente antihéroes como son Madame Bovary y Don Quijote. Las dos obras marcaron grandes hitos literarios. Don Quijote de la Mancha se considera una obra clave de la literatura universal que ha sido editado y traducido de la historia, y Madame Bovary es un libro que puso las bases de lo que sería la nueva novela moderna al querer sustituir los hechos o las acciones por las ideas y sentimientos de los personajes. Los dos protagonistas tuvieron una vida acomodada que les permitió disfrutar de ciertos lujos y alimentar todavía más sus delirios que les llevarían a acabar sus días de forma trágica, como ya todos conocemos. Uno de los termómetros que ponen en alerta a los familiares y allegados de los personajes es el dinero, o la falta de éste. A causa de hacer realidad sus obsesiones desmedidas tanto Emma como Don Quijote se arruinan, en el caso del hidalgo su familia toma medidas y le quema los libros, pero es Emma la que elige morir cuando es consciente que ya no le queda nada que gastar y la van a descubrir. Ambos protagonistas mueren al final de la obra y con su muerte desaparece también la esencia que los movía. Con la diferencia que don Quijote muere de puro agotamiento, extenuado física y mentalmente por los maltratos sufridos y por la incomprensión de que ha sido objeto y Emma es la artífice de su muerte al tomar veneno. Además, no hay que olvidar que Don Quijote recobra la cordura poco antes de morir y Emma pasa por una evolución donde sus deseos de llevar una vida como la que conocía en sus libros es imparable. “Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura, Miguel de Unamuno”. Twitter @ArellanoRabiela

Madame Bovary ¿pudo haber sido Don Quijote?

Se ha discutido que el siglo XVII Emma Bovary hubiese sido un caballero andante y a mediados del siglo XIX ser Don Quijote, sería una romántica empedernida. A ambos personajes los separan más de dos cientos años y diferencias obvias como la del género (uno es hombre y la otra mujer), la época, la edad y la nacionalidad. Pero su esencia en el fondo es muy similar y representan a la perfección la crisis de un tiempo que llegaba a su fin y que se negaron a aceptar. No hay que olvidar que los dos pagaron con su vida el precio de hacer realidad sus sueños, pero consiguieron ser dos figuras literarias inmortales y respetadas. Por otra parte, Francia y España son dos países vecinos cuya proximidad geográfica ha propiciado el intercambio de influencias literarias, estilos, modos y temas. Los franceses aman la obra de Cervantes, el teatro clásico español y la picaresca. Los literatos españoles, por su parte, se han sentido atraídos sobre todo por la literatura francesa del siglo XIX. De este continuo devenir literario marcado por los modos y las exigencias de los ilustrados y sus circunstancias podemos encontrar dos autores, Gustave Flaubert y Miguel de Cervantes Saavedra. Flaubert, nacido en 1821 fue testigo de los cambios sociales provocados por la Revolución Francesa que en el ámbito literario tuvo como consecuencia tres grandes movimientos: El Romanticismo, el Realismo y el Simbolismo. Este autor, apasionado por España y su cultura, conoció la obra de Cervantes mucho antes de saber leer y escribir porque su tío le leía fragmentos de El Quijote (1605) que le marcaron profundamente y que más tarde trasladó a sus obras. Una de sus novelas más significativas es Madame Bovary (1856). El motor de esta historia es el análisis psicológico de la protagonista y que obedece a tres momentos: Decepción de la vida conyugal, descubrimiento y evolución tras una sucesión de amantes y fracaso económico que concluye con el suicidio por envenenamiento. Este libro fue la gran obra de Flaubert, la que más le gustó y de la que incluso llegó a afirmar que la protagonista era un reflejo fiel de él mismo, pese a parecerse tanto a un caso real de una mujer que se suicidó y alguna otra mujer más. Por otra parte, Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares y además de literato fue un soldado que llegó a sufrir torturas y cárcel en Argel hasta conseguir volver a su tierra donde empezó a escribir Don Quijote de la Mancha. Este libro lo escribió con el propósito de desmitificar de forma burlesca la tradición de tipo cortés y caballeresca de su época. Se consideró la primera novela moderna y sirvió de referente para la novela europea. Desde la elección de los escenarios, el acompañante de don Quijote, el nombre de los caballos y otros personajes y situaciones no es más que una exageración “in crescendo” que pone de manifiesto el fuerte contraste del protagonista ajeno a la realidad y totalmente abducido por sus lecturas que le habían secado el cerebro. Un rastreo con más profundidad nos lleva a encontrar similitudes entre estos dos protagonistas claramente antihéroes como son Madame Bovary y Don Quijote. Las dos obras marcaron grandes hitos literarios. Don Quijote de la Mancha se considera una obra clave de la literatura universal que ha sido editado y traducido de la historia, y Madame Bovary es un libro que puso las bases de lo que sería la nueva novela moderna al querer sustituir los hechos o las acciones por las ideas y sentimientos de los personajes. Los dos protagonistas tuvieron una vida acomodada que les permitió disfrutar de ciertos lujos y alimentar todavía más sus delirios que les llevarían a acabar sus días de forma trágica, como ya todos conocemos. Uno de los termómetros que ponen en alerta a los familiares y allegados de los personajes es el dinero, o la falta de éste. A causa de hacer realidad sus obsesiones desmedidas tanto Emma como Don Quijote se arruinan, en el caso del hidalgo su familia toma medidas y le quema los libros, pero es Emma la que elige morir cuando es consciente que ya no le queda nada que gastar y la van a descubrir. Ambos protagonistas mueren al final de la obra y con su muerte desaparece también la esencia que los movía. Con la diferencia que don Quijote muere de puro agotamiento, extenuado física y mentalmente por los maltratos sufridos y por la incomprensión de que ha sido objeto y Emma es la artífice de su muerte al tomar veneno. Además, no hay que olvidar que Don Quijote recobra la cordura poco antes de morir y Emma pasa por una evolución donde sus deseos de llevar una vida como la que conocía en sus libros es imparable. “Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura, Miguel de Unamuno”. Twitter @ArellanoRabiela