Hace un par de días, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados oficiales de los Censos Económicos 2019 y con ello, han surgido noticias, síntesis y análisis sobre los resultados de éstos, pero ¿qué son en realidad estos censos? El INEGI los describe como “un proyecto de generación de información” el cual es obtenido a través de la aplicación de cuestionarios a los establecimientos que hay en nuestro país, tarea que resulta sumamente compleja debido a muchos factores: extensión territorial, poca infraestructura para poder acceder a lugares remotos, la informalidad, recursos económicos y personal limitado, entre otras, motivos por los cuales estos son realizados cada cinco años habiendo sido el primero en el año de 1930.
¿Qué miden los Censos Económicos? Personal ocupado; generación de empleo por tamaño de la unidad económica; ingresos, mortandad y longevidad por establecimiento; remuneración por industria; vocación de las entidades federativas (industrial, manufacturera, de servicios, comercial); si los establecimientos hacen uso de las tecnologías de información, si estos cuentan con información contable, entre otros, son variables que se obtienen a través de estos censos.
Pero, ¿de qué sirven estos o qué nos puede aportar sus resultados? básicamente, los censos económicos son un hemograma de la economía en nuestro país, de este modo, el principal objetivo de estos es, como ya mencioné, obtener una fotografía detallada y completa de las interacciones en nuestra economía ya que, a través de ellos, podemos conocer e identificar que tan importante, de manera específica, es cada una de las actividades económicas, así como su relación con más sectores e industrias (hablando en materia económica). Una vez obtenida esta información, se pueden generar acciones y políticas públicas cuya finalidad sea el desarrollo económico de nuestro país.
No es casualidad que estados como Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí tengan una fuerte concentración en la industria aeroespacial o automotriz, esto es el resultado del correcto estudio y aplicación de proyectos económicos que se alimentan de información arrojada de los Censos Económicos, mismos que, complementados con información de la Matriz Insumo Producto se convierten en una gran herramienta para direccionar el crecimiento económico en una región, estado o país.
Por último, uno de los cuestionamientos que ha surgido por la contingencia que enfrentamos es el de si los Censos Económicos servirán de algo o no. Como ya sabemos, tendrán una disparidad entre el escenario actual debido a todas las afectaciones que se han presentado por la contingencia del COVID-19, sin embargo, esto no significa que la información arrojada por dichos censos es inservible, al contrario, es súper importante por dos razones: la primera, con estos resultados podremos hacer una medición en un futuro (que espero sea pronto) sobre cuáles fueron las afectaciones reales del COVID-19, para su vez, poder estar preparados de una mejor manera antes posibles escenarios de esa magnitud en un futuro, determinar nuestro análisis FODA ante externalidades de estas magnitudes y, segundo, analizaremos la evolución económica de nuestro país en los últimos años, así como calificar y medir los resultados de las políticas públicas y estrategias cuya finalidad es el desarrollo económico.
