El 2018 HA MUERTO
Vi unas cuantas horas a través de la televisión algunas actividades que llevo un bien conocido personaje en la ciudad de México. Me deje llevar por las imágenes, esforzándome al máximo por evitar toda crítica y toda admiración devota. Porque es un hecho, mi formación religiosa dentro de las filas de catolicismo romano ha sido definitiva, implacable.
Ello acerca con frecuencias religiosas posturas de devoción ministerial, o que ser presa fácil de la intolerancia hacia las formas de una iglesia que se dice sol y suele ser águila, que se dice cruz y muestra su rostro malformado. Es un hecho que permanezco más tiempo en la intolerancia, que por lo demás no le mueve un ápice la mosca en el zapato a una estructura secular que agiganta sus pasos al acercarse a su ya marcha, a su doblemente milenario cumpleaños.
He seguido atento a ese cuerpo encorvado, cubierto de blanco, en su recorrido por las calles de la ciudad, admirando, pasando, conteniéndome jubiloso al ver millones de seres de estas tierras del centro-norte americano cantar, gritar y bailar con motivo de unirse a los demás su presencia hasta dos mil dieciocho.
Mientras miraba algunos de sus recorridos por la ciudad quise imaginar la parábola trazada por un hombre desde el anticomunismo moribundo hasta esa postura que ahora la lleva a prevenirnos contra la libertad convertida en recursos de explotación, en gozo de algunos y postración de los demás.
El 2018 ha muerto el sábado por la noche. En nuestro caso mexicano, las cosas se complican aún en el ejemplo retraso que en los ochenta comenzó en 20 años, debido a que la tecnología y el avance de las telecomunicaciones en la cultura empresarial nacional se ha dado a la velocidad presente mundial, haciendo más notorio aun el retraso de conceptos y evolución en muchos rubros en contra posición con el intercambio de ideas, actitudes y vida.
Son las dos de la mañana y con intensa curiosidad nos avanzamos para ver el otro lado del mundo para encontrarnos inmóviles, sorprendidos, al descubrir un espacio relativamente pequeño, de techos altos, pintando de amarillo-negro, con carteles de encueratrices cubiertos de plástico, en las paredes de 25 o 30 cristianos.
Atendiendo a la petición de un lector elaborar una serie de artículos sobre “lecturas”. En mi artículo anterior ya les envié una serie de observaciones, breves, así como una primera parte de una serie de colaboraciones que, ojala sean dela grado de los lectores de…al sol.
La lectura solo se vuelve un habito cuando se apoya en la experiencia agradable de ella misma, no si es forzado el alumno a descifrar palabras para satisfacer una obligación escolar, señala Diana Mayorga Torres, profesora del “Centro de Estudios Tecnológicos Industriales y servicios número 57”.
El hábito de la lectura es muy pobre, ya lo apunte en el artículo anterior y afirmo que esta actividad se realiza mejor si se hace por placer, nunca por obligación escolar o laboral forzada o para obtener una calificación.
Entre los alumnos de nivel básico, por ejemplo, se leen cuentos, poemas y leyendas extraescolarmente, puesto que se identifican con la mayoría de los personajes y las situaciones que se narran.
Sin embargo, la mayoría de los alumnos que leen aquellos que se les deja en diferentes asignaturas, lo aborrecen porque todas las actividades escolares se hacen por obligación y no por gusto. A esto se suma que los hogares se lee poco (Ya lo he dicho) y que hay una competencia masiva en los medios audiovisuales. El niño dedica varias horas al día a ver televisión y pocos minutos para leer.
Hay muchos chavos que no leen porque no tienen hábito, puesto que sus padres tampoco lo hacen. La enseñanza de la lectura debe darse desde que el niño nace “Dijo una maestra”, la lectura es una educación de casa, pero si no existe allí, cuando llegan a cursar el nivel medio superior, no tienen el hábito, les costara mucho trabajo en su desarrollo educativo y posteriormente en lo laboral, por hoy los dejo con estas reflexiones y quizá en el próximo articulo continúe con el tema o no. Por lo pronto hay que echarle los kilos, como dicen los jóvenes… al Sol.
Trapitos…al Sol
En estas horas de la “Toma del nuevo presidente de la república”, se han advertido situaciones que apuntan más a la forja de “Cortinas de humo” que a la construcción de argumentos y hechos serios para demostrar que las cosas del gobierno amarillo están mejor que cuando las encabezo el anterior. Esperaremos y después hablaremos… al Sol.
