/ miércoles 4 de noviembre de 2020

Elefantes Blancos

Hospitales que nunca funcionaron, escuelas sin alumnos, carreteras con socavones, líneas del metro con trenes que no son de su medida, monumentos a las suavicremas, expo Guanajuato que hay que rescatar cada sexenio, y actualmente aeropuertos con cerros a mitad de la pista, trenes que pueden acabar con una selva o una refinería en tiempos de energías renovables.

Cuenta la leyenda que el rey de Siam, tenía un modo peculiar de acabar con la gente indeseable, le regalaba un elefante blanco, a sabiendas de que el sujeto en cuestión se gastaría toda su fortuna y no recibiría nada a cambio, demasiada inversión y el beneficio nulo, de ahí el término elefante blanco para las obras públicas faraónicas.

Entre los muchos ejemplos que podemos encontrar tenemos a la línea 12 del metro en la ciudad de México con 17,500 millones de pesos que con el paso del tiempo se convirtieron en 24,500 millones, para que meses después dejara de funcionar porque los trenes no eran de la medida. El senado se sirvió con la cuchara grande con nomás poquito, 1,700 millones de pesos aumentó en 137% y para varia el agua se filtró en el pleno de sesiones. Además cuenta con un helipuerto que no funciona porque no tiene los permisos necesarios.

Otro emblema de esta especie, con el sello de Fox, la biblioteca Vasconcelos tuvo una inversión inicial de 954 millones los cuáles se convirtieron en 2 mil millones de pesos y si también tuvo filtraciones de agua. La autopista del sol fue inaugurada en 1993, como símbolo de la modernidad, no faltó mucho para convertirse es un barril sin fondo, seguramente tiene el record mundial de reparaciones, las 4 horas de camino a la playa, se pueden convertir en 6 o en una pesadilla.

Actualmente el jinete de este elefante blanco llamado México, Andres Manuel López Obrador, reveló que existen más de 150 unidades médicas que fueron inauguradas pero que ahora están totalmente abandonas. Mera escenografía para la foto, pero por dentro siguen en obra negra. Habrá que ver en que terminan sus ya mencionadas obras al final del sexenio.

Si algo caracteriza a la clase política de nuestro país es que no tiene idea de cómo hacer obras públicas. La crisis se hizo mito y ahora habita entre nosotros. México no es un país pobre, es un país empobrecido. La corrupción, impunidad y la opacidad aunado a materiales de mala calidad, ausencia de estudios y proyectos da como resultado que México es un criadero de elefantes blanco. De acuerdo al IMCO entre el 20 y el 30% del presupuesto en obra pública termina en la corrupción. Algo falló si después de 200 años seguimos en construcción, no es un retraso de 3 meses o un año, sino 2 siglos. Desde hace décadas es propio decirlo, México compite por el liderazgo mundial en la preservación de esta especie.

Hospitales que nunca funcionaron, escuelas sin alumnos, carreteras con socavones, líneas del metro con trenes que no son de su medida, monumentos a las suavicremas, expo Guanajuato que hay que rescatar cada sexenio, y actualmente aeropuertos con cerros a mitad de la pista, trenes que pueden acabar con una selva o una refinería en tiempos de energías renovables.

Cuenta la leyenda que el rey de Siam, tenía un modo peculiar de acabar con la gente indeseable, le regalaba un elefante blanco, a sabiendas de que el sujeto en cuestión se gastaría toda su fortuna y no recibiría nada a cambio, demasiada inversión y el beneficio nulo, de ahí el término elefante blanco para las obras públicas faraónicas.

Entre los muchos ejemplos que podemos encontrar tenemos a la línea 12 del metro en la ciudad de México con 17,500 millones de pesos que con el paso del tiempo se convirtieron en 24,500 millones, para que meses después dejara de funcionar porque los trenes no eran de la medida. El senado se sirvió con la cuchara grande con nomás poquito, 1,700 millones de pesos aumentó en 137% y para varia el agua se filtró en el pleno de sesiones. Además cuenta con un helipuerto que no funciona porque no tiene los permisos necesarios.

Otro emblema de esta especie, con el sello de Fox, la biblioteca Vasconcelos tuvo una inversión inicial de 954 millones los cuáles se convirtieron en 2 mil millones de pesos y si también tuvo filtraciones de agua. La autopista del sol fue inaugurada en 1993, como símbolo de la modernidad, no faltó mucho para convertirse es un barril sin fondo, seguramente tiene el record mundial de reparaciones, las 4 horas de camino a la playa, se pueden convertir en 6 o en una pesadilla.

Actualmente el jinete de este elefante blanco llamado México, Andres Manuel López Obrador, reveló que existen más de 150 unidades médicas que fueron inauguradas pero que ahora están totalmente abandonas. Mera escenografía para la foto, pero por dentro siguen en obra negra. Habrá que ver en que terminan sus ya mencionadas obras al final del sexenio.

Si algo caracteriza a la clase política de nuestro país es que no tiene idea de cómo hacer obras públicas. La crisis se hizo mito y ahora habita entre nosotros. México no es un país pobre, es un país empobrecido. La corrupción, impunidad y la opacidad aunado a materiales de mala calidad, ausencia de estudios y proyectos da como resultado que México es un criadero de elefantes blanco. De acuerdo al IMCO entre el 20 y el 30% del presupuesto en obra pública termina en la corrupción. Algo falló si después de 200 años seguimos en construcción, no es un retraso de 3 meses o un año, sino 2 siglos. Desde hace décadas es propio decirlo, México compite por el liderazgo mundial en la preservación de esta especie.