AMLO no tardó mucho en mostrar el cobre, otra vez, primer día en el periodo de sesiones en los diferentes congresos y antes de que los diputados echaran una siesta, les manda una iniciativa de ley preferente para poder hacer del monopolio de CFE un monopolio con esteroides. Solo que conste que en nuestro país los monopolios están prohibidos.
Hace meses que la Unión Europea y el gobierno de Canadá le mandaron una carta diciendo que existe el riesgo de perder inversiones millonarias, por ejemplo Hidalgo tiene parado 22 mil millones de pesos en inversiones de generación de energía. Sobre advertencia no hay engaño y es que si en algo ha sido consistente nuestro viejecito sin energía, es en lo relacionado a la comisión federal de electricidad y su “supuesta” soberanía nacional, Ni CFE ni PEMEX saben lo que es eso, por lo menos desde los años 80s, cuando Yuri cantaba el éxito del apagón, hoy en día estas empresas paraestatales, que no significan parasitas del estado aunque lo parecieran, caminan en contra de toda lógica.
Desde el 2013 luego de que Enrique “Alba Edison” Peña Nieto diera seguimiento a las propuestas que formulara el PAN años antes, México ha tenido con su reforma energética, apertura para la generación de electricidad a los privados, sin embargo el barco comandado por la figura de cera derretida Manuel Barlett, es el único que puede distribuirla. Ahora el hijo prodigo de López Obrador y señor que tiene más casas que los caballero del zodiaco tendrá acceso preferencial para la compra de energía, es decir, si antes CFE podía comprar a cualquier empresa privada de generación con renovables un mega watt hora en 67 dólares, ahora con la iniciativa de ley, tendría que comprarlo primero a la propia empresa del estado que la genera por nada más y nada menos que 138 dólares. Datos obtenidos por la misma comisión.
El despropósito de esta iniciativa no sólo es económica, sino que va en contra de los esfuerzos ambientales y sobre todo de la cooperación internacional. Recién estrenamos un tratado de libre comercio y ahora nuestro segundo viejito presidente favorito, Biden tiene las miras en cómo avanzará esta discusión para saber si pone cartas en el asunto. Malas señales a la inversión, esta intentona de expropiación indirecta en palabras del CCE, será un balazo en el pie, todo por el chistecito de continuar con una ideología que no favorece a nadie.
El proceso será largo, por lo mientras se desenmascara el poder legislativo, como un poder autónomo o como el típico legislador que aún responde a la pegunta del ejecutivo con las horas que usted quiera señor presidente. Las ciudades no sólo de México sino del mundo han rebasado ya ideologías o dogmas que cualquier régimen quiera inculcar a sus gobernados, los territorios de la actualidad y del futuro necesitan políticas públicas acordes a su contexto y su realidad, seguir por el camino de la 4t no augura nada bueno.
