/ miércoles 22 de diciembre de 2021

Pirotecnia, Calentando la Navidad

No podía faltar un fin de año con cierres a tambor batiente, aunque en esta ocasión no es paz y tranquilidad, el pasado día lunes, después de las 9 de la noche y de que varios ciudadanos habían terminado ya su posada del día, se dio aviso a las autoridades de un incendio en una bodega cercana a la ex estación del tren de la cabecera municipal de Apaseo el Grande. Con una movilización de personal municipal desde protección civil, bomberos, seguridad pública, cruz roja, servicios generales, CMAPA y obras públicas, se dio atención de primera mano al suceso.

Afortunadamente no hubo pérdidas humanas que lamentar, sin embargo el daño patrimonial, ambiental y el simple hecho de la atención que a este momento está por cumplir 20 horas, conlleva una reflexión por demás seria. Las benditas redes sociales no se hicieron esperar y aunque la gran mayoría se solidarizó de una u otra forma, algunos más aprovecharon para sacar raja política.

Aunque esta columna no busca eximir las responsabilidades de todos los cargos, también procura ser un referente en base al contexto real de lo sucedido y es que a poco más de dos meses de ejercicio de los actuales servidores públicos, es improbable generar que el gran elefante burocrático avance sobre todos y cada uno de los problemas que existen en cada uno de los municipios de la región laja bajío. Si bien hoy fue una bodega que servía como recicladora, mañana puede ser algún otro giro de negocio o hasta una casa habitación.

Anta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario, el trabajo de una administración municipal no se hace sólo con servidores públicos, el mejor activo que tiene una ciudad son los propios ciudadanos y en este tenor es primordial que aquellos potenciales focos de peligro sean denunciados, porqué si no existe una coparticipación de todos los vecinos sería muy difícil que las autoridades puedan dividirse en mil para poder hacer revisiones de cada uno de los peligros existentes.

La pirotecnia ya no sólo pasó de moda, ahora resulta incómodo para todos aquellos que tienen perrijos y como lo demuestran los hechos también peligroso para los ciudadanos. Quien contamina paga, así de fácil y sencillo. Las pesquicias de la investigación determinarán las responsabilidades. Los ciudadanos a hacer conciencia y a los servidores públicos a seguir preparándose para cualquier eventualidad en el futuro, desde simulacros, hasta la acción preventiva sobre espacios peligrosos, permitirán que lo bueno se construya en todo el territorio.

No podía faltar un fin de año con cierres a tambor batiente, aunque en esta ocasión no es paz y tranquilidad, el pasado día lunes, después de las 9 de la noche y de que varios ciudadanos habían terminado ya su posada del día, se dio aviso a las autoridades de un incendio en una bodega cercana a la ex estación del tren de la cabecera municipal de Apaseo el Grande. Con una movilización de personal municipal desde protección civil, bomberos, seguridad pública, cruz roja, servicios generales, CMAPA y obras públicas, se dio atención de primera mano al suceso.

Afortunadamente no hubo pérdidas humanas que lamentar, sin embargo el daño patrimonial, ambiental y el simple hecho de la atención que a este momento está por cumplir 20 horas, conlleva una reflexión por demás seria. Las benditas redes sociales no se hicieron esperar y aunque la gran mayoría se solidarizó de una u otra forma, algunos más aprovecharon para sacar raja política.

Aunque esta columna no busca eximir las responsabilidades de todos los cargos, también procura ser un referente en base al contexto real de lo sucedido y es que a poco más de dos meses de ejercicio de los actuales servidores públicos, es improbable generar que el gran elefante burocrático avance sobre todos y cada uno de los problemas que existen en cada uno de los municipios de la región laja bajío. Si bien hoy fue una bodega que servía como recicladora, mañana puede ser algún otro giro de negocio o hasta una casa habitación.

Anta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario, el trabajo de una administración municipal no se hace sólo con servidores públicos, el mejor activo que tiene una ciudad son los propios ciudadanos y en este tenor es primordial que aquellos potenciales focos de peligro sean denunciados, porqué si no existe una coparticipación de todos los vecinos sería muy difícil que las autoridades puedan dividirse en mil para poder hacer revisiones de cada uno de los peligros existentes.

La pirotecnia ya no sólo pasó de moda, ahora resulta incómodo para todos aquellos que tienen perrijos y como lo demuestran los hechos también peligroso para los ciudadanos. Quien contamina paga, así de fácil y sencillo. Las pesquicias de la investigación determinarán las responsabilidades. Los ciudadanos a hacer conciencia y a los servidores públicos a seguir preparándose para cualquier eventualidad en el futuro, desde simulacros, hasta la acción preventiva sobre espacios peligrosos, permitirán que lo bueno se construya en todo el territorio.