LA JUSTICIA RESTAURATIVA II
Como ustedes mandan, estimados lectores -sin importar calificación de género, ideas políticas o creencias-, algunos me han pedido mayor explicación del tema del domingo pasado: “La Justicia Restaurativa”, seguimos hoy. En particular, en anotar diferencias, entre el tópico aquí tratado, y la Justicia Acusatoria Adversarial, de ahora, que al igual se introdujo como un cambio, y se dejó el sistema inquisitivo, en el pasado.
Es pertinente aclarar que, se logró algún avance en el nuevo sistema penal, supone ser expedito –no lo es tanto- hay jueces que intervienen en diversas etapas, lo que se dijo es para evitar cierta corrupción y poderío personal de los juzgadores, lo que sí hay, es una intervención directa del juzgador –en el sistema anterior, no siempre estaba el juez presente en las audiencias- aunque hoy, y también por efecto primario de la Pandemia del Covid, se usa la tecnología digital que permite, actuar a distancia del Juez y las partes materiales o procesales, lo que inhibe que el juzgador tenga una apreciación, digamos, directa y personal, ver las reacciones, el lenguaje corporal, por más subjetivo que parezca, va deshumanizando el proceso. En fin.
Las diferencias torales: Sistema Punitivo, la responsabilidad es individual, la protección estatal incluye al delincuente, en su proceso prevalece la contraposición, hay deshumanización al atender sólo a la Ley infringida, la culpa y la ofensa al Estado que impone la pena, se basa en el pasado como reproche social a la conducta delictiva y el Estado se enfoca en el castigo. En el Sistema Restaurativo, la responsabilidad es colectiva, el protagonismo es de la víctima, del ofensor y la comunidad con intervención del Estado y sus Instituciones como garantes, prevalece el diálogo entre las partes, humanizando el proceso enfocando intereses y necesidades de las partes, se mira al futuro –no al pasado- con interacción estatal y social, se da intervención a quienes no han sido escuchados <colectividad>, buscando soluciones para restablecer o retejer la tela social, de manera solidaria con intervención del Estado, para evitar desviaciones o abusos.
Los candidatos, en particular, a diputados y senadores, por obvia razón de que irán –los que logren ganar- al Poder Legislativo, ¿Sabrán del tema? ¿Les interesa en verdad hacer algo por sus votantes en particular, y en general por los demás? Y lo digo sólo al tema, pues hay muchos otros que les competen. Aunque, al final, podrían terminar en comparsas, o lacayos del próximo presidente, o gobernador, en este caso del género femenino, tanto en lo federal, como en Guanajuato.
Ah, y si escuchan a un candidato municipal, decir que abatirá la inseguridad pública, de inicio, miente. No es su competencia, dicho sin perjuicio de que podría hacer algún pacto de colaboración con la federación o el estado local. E incluso, hay legalmente esa obligación, pero en los hechos, no se da. No es invento mío, la respuesta está a la vista, claro, depende el “cristal con que se mire”. Lo que es posible, sería lograr medidas de prevención. Aunque igual, falta pues, voluntad política, ya no se diga conocimiento y profesionalismo de quienes deben dar ese servicio público, lo que sí saben, es cobrar altos emolumentos a costillas del contribuyente. En fin.
LA CONDICIÓN SINE QUA NON: ¿Estaremos listos para un giro, e ir a una Justicia Restaurativa? Se trata, en su implementación de un proceso de antelación, pues hay que formar ciudadanos participativos, que dejen el miedo y la ignorancia de sus derechos y lo que implica una oportunidad democrática. Así, parece un valladar sólido, impenetrable, pero se empieza con dejar de mentir, con informar y rendir cuentas claras, con no creer en la palabra de candidatos y mejor, informarse. Hay ahora, muchos medios que ilustran, que orientan sin más objetivo que hacer reflexionar al ciudadano y en general a todos, como el programa sabatino “Movilidad con Futuro” por Facebook, a las 11.30 am, con ese cometido, los sigo invitando. Es lo que hay. Cuídense mucho.