/ miércoles 22 de julio de 2020

Una Mirada a tus Ojos

Adición a la Graduación

El martes pasado abordamos el tema de la presbicia conocida también como vista cansada, que se presenta cuando la persona pierde la capacidad de definir claramente los objetos cercanos a sus ojos.

Las causas que originan regularmente este daño es la edad de la persona que motiva que ciertas partes del ojo pierdan su elasticidad y dejen de ejercer sus funciones como es el acomodo del cristalino y la reducción del radio en la curvatura de la córnea.

La rehabilitación visual para lograr definir los objetos cercanos a los ojos tiene dos caminos: los procedimientos no quirúrgicos y los procedimientos quirúrgicos.

Sobre el primer caso, dejamos apuntado en nuestros comentarios de la semana pasada que el primer paso para corregir el daño es el uso de lentes graduados que permita al ojo adecuarse a las distancias de lejanía del objeto que se mira.

La graduación de los lentes la realiza el oftalmólogo a través de una revisión al órgano visual para determinar el grado de afectación, las causas y en forma preventiva, si encontrara indicios de riesgos a futuro, auxiliado con estudios computarizados que le permitan no sólo resolver el problema actual sino evitar daños mayores.

Si el paciente ve bien de lejos y el problema es sólo definir los objetos cercanos, estamos en el cuadro clásico de presbicia y la graduación se retrae a solo este punto el que se resuelve recetando “lentes para ver de cerca” con la graduación requerida para cada ojo.

Es muy importante hacer hincapié en que en el mercado óptico se encuentran lentes que se ofertan como “para ver de cerca” que no son otra cosa más que lupas cuyo uso tienen el gran inconveniente de que los dos ojos utilizan el mismo aumento cuando en la generalidad de los casos cada ojo necesita una graduación distinta. A la larga estos lentes causan mucho daño a la vista.

Si en los estudios realizados por el oftalmólogo se descubren otras circunstancias como, por ejemplo, que la persona tiene dificultad para ver de cerca y de lejos, puede resolverse el problema recetando unos lentes para ver de lejos y otros para ver de cerca lo que no siempre es recomendable tanto por el costo de la inversión como por la molestia de estarse cambiando unos lentes por otros según sea la necesidad de la visión.

En este caso, lo más recomendable será recetar lentes bifocales que corrijan en una sola mica la visión tanto de lejos como de cerca, lo que queda sujeto al deseo del paciente y al acomodo que él sienta en el uso del bifocal.

Los bifocales se presentan en diversas formas: el que se destaca a simple vista, el invisible que disfraza el aumento de la visión cercana y el progresivo que no se notan las graduaciones de cerca y de lejos.

Existen también lentes de contacto bifocales que eliminan la montura de las micas.

Por lo que respecta al procedimiento quirúrgico, consiste éste en cambiar el cristalino que ha dejado de funcionar y colocar en su lugar un lente intraocular, en una operación llamada facoemulsificación de la que ya hemos hablado cuando tratamos la curación de las cataratas. El comentario a este procedimiento, requiere de un artículo especial tanto por su importancia como por su extensión.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

Adición a la Graduación

El martes pasado abordamos el tema de la presbicia conocida también como vista cansada, que se presenta cuando la persona pierde la capacidad de definir claramente los objetos cercanos a sus ojos.

Las causas que originan regularmente este daño es la edad de la persona que motiva que ciertas partes del ojo pierdan su elasticidad y dejen de ejercer sus funciones como es el acomodo del cristalino y la reducción del radio en la curvatura de la córnea.

La rehabilitación visual para lograr definir los objetos cercanos a los ojos tiene dos caminos: los procedimientos no quirúrgicos y los procedimientos quirúrgicos.

Sobre el primer caso, dejamos apuntado en nuestros comentarios de la semana pasada que el primer paso para corregir el daño es el uso de lentes graduados que permita al ojo adecuarse a las distancias de lejanía del objeto que se mira.

La graduación de los lentes la realiza el oftalmólogo a través de una revisión al órgano visual para determinar el grado de afectación, las causas y en forma preventiva, si encontrara indicios de riesgos a futuro, auxiliado con estudios computarizados que le permitan no sólo resolver el problema actual sino evitar daños mayores.

Si el paciente ve bien de lejos y el problema es sólo definir los objetos cercanos, estamos en el cuadro clásico de presbicia y la graduación se retrae a solo este punto el que se resuelve recetando “lentes para ver de cerca” con la graduación requerida para cada ojo.

Es muy importante hacer hincapié en que en el mercado óptico se encuentran lentes que se ofertan como “para ver de cerca” que no son otra cosa más que lupas cuyo uso tienen el gran inconveniente de que los dos ojos utilizan el mismo aumento cuando en la generalidad de los casos cada ojo necesita una graduación distinta. A la larga estos lentes causan mucho daño a la vista.

Si en los estudios realizados por el oftalmólogo se descubren otras circunstancias como, por ejemplo, que la persona tiene dificultad para ver de cerca y de lejos, puede resolverse el problema recetando unos lentes para ver de lejos y otros para ver de cerca lo que no siempre es recomendable tanto por el costo de la inversión como por la molestia de estarse cambiando unos lentes por otros según sea la necesidad de la visión.

En este caso, lo más recomendable será recetar lentes bifocales que corrijan en una sola mica la visión tanto de lejos como de cerca, lo que queda sujeto al deseo del paciente y al acomodo que él sienta en el uso del bifocal.

Los bifocales se presentan en diversas formas: el que se destaca a simple vista, el invisible que disfraza el aumento de la visión cercana y el progresivo que no se notan las graduaciones de cerca y de lejos.

Existen también lentes de contacto bifocales que eliminan la montura de las micas.

Por lo que respecta al procedimiento quirúrgico, consiste éste en cambiar el cristalino que ha dejado de funcionar y colocar en su lugar un lente intraocular, en una operación llamada facoemulsificación de la que ya hemos hablado cuando tratamos la curación de las cataratas. El comentario a este procedimiento, requiere de un artículo especial tanto por su importancia como por su extensión.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com