/ miércoles 7 de abril de 2021

Una Mirada a tus Ojos

Problemas en la Función de la Lágrima

El ojo no puede ejercer sus funciones si no hay lágrima.

Hemos sido repetitivos sobre la importancia vital de la lágrima para que el ojo se mantenga en un ambiente húmedo y podamos recibir los beneficios que este líquido proporciona al aparato visual.

Sin embargo aún habiendo lágrima, ésta puede verse afectada por distintos factores dentro del sistema que no le permiten ejercer su función debidamente.

En forma somera abordaremos algunos casos de irregularidad.

A) La lágrima debe guardar la debida contextura en cada una de las de las tres capas que la componen.

Recordemos que las capas superior e inferior que conforman la lágrima son de constitución aceitosa y la intermedia es agua.

Si las capas superior e inferior adolecen de fallas en su contextura no lubricarán debidamente el ojo. Igualmente, si el agua contenida en la lágrima no es suficiente, ésta no podrá ejercer su función protectora.

B) El equilibrio en el balance de producción y eliminación de la lágrima.

El sistema ocular produce y elimina la lágrima en forma natural.

Cuando el volumen de la lágrima producida es mayor que el volumen de la lágrima eliminada, se produce un desequilibrio de consecuencias graves al contener el ojo una mayor cantidad del líquido necesario.

C) El parpadeo, que es la función del parpado que esparce la lágrima en todo el globo ocular, no es normal.

El párpado, para ejercer dicha función, debe hacer un recorrido total sobre el ojo y cuando esto no sucede, quedan espacios sin lubricar expuestos a sufrir alguna enfermedad como es el “ojo seco”.

Este problema puede ser consecuencia de alguna parálisis facial o el padecimiento de una enfermedad conocida como lagoftalmos que es la incapacidad de cerrar bien los párpados.

D) El párpado presenta depresiones o cicatrices interiores o el epitelio no está sano.

Este caso es similar al anterior pero el origen del problema es distinto: cuando el párpado registra depresiones o cicatrices interiores causadas por accidentes u operaciones en el primer caso o cicatrices e inflamaciones en el segundo.

La distribución de la lágrima no es completa, deja huecos secos que pueden producir enfermedades.

En todos los casos existen métodos de curación que pueden ser sencillos si se detectan a tiempo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.


Dios mediante hasta la próxima..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

Problemas en la Función de la Lágrima

El ojo no puede ejercer sus funciones si no hay lágrima.

Hemos sido repetitivos sobre la importancia vital de la lágrima para que el ojo se mantenga en un ambiente húmedo y podamos recibir los beneficios que este líquido proporciona al aparato visual.

Sin embargo aún habiendo lágrima, ésta puede verse afectada por distintos factores dentro del sistema que no le permiten ejercer su función debidamente.

En forma somera abordaremos algunos casos de irregularidad.

A) La lágrima debe guardar la debida contextura en cada una de las de las tres capas que la componen.

Recordemos que las capas superior e inferior que conforman la lágrima son de constitución aceitosa y la intermedia es agua.

Si las capas superior e inferior adolecen de fallas en su contextura no lubricarán debidamente el ojo. Igualmente, si el agua contenida en la lágrima no es suficiente, ésta no podrá ejercer su función protectora.

B) El equilibrio en el balance de producción y eliminación de la lágrima.

El sistema ocular produce y elimina la lágrima en forma natural.

Cuando el volumen de la lágrima producida es mayor que el volumen de la lágrima eliminada, se produce un desequilibrio de consecuencias graves al contener el ojo una mayor cantidad del líquido necesario.

C) El parpadeo, que es la función del parpado que esparce la lágrima en todo el globo ocular, no es normal.

El párpado, para ejercer dicha función, debe hacer un recorrido total sobre el ojo y cuando esto no sucede, quedan espacios sin lubricar expuestos a sufrir alguna enfermedad como es el “ojo seco”.

Este problema puede ser consecuencia de alguna parálisis facial o el padecimiento de una enfermedad conocida como lagoftalmos que es la incapacidad de cerrar bien los párpados.

D) El párpado presenta depresiones o cicatrices interiores o el epitelio no está sano.

Este caso es similar al anterior pero el origen del problema es distinto: cuando el párpado registra depresiones o cicatrices interiores causadas por accidentes u operaciones en el primer caso o cicatrices e inflamaciones en el segundo.

La distribución de la lágrima no es completa, deja huecos secos que pueden producir enfermedades.

En todos los casos existen métodos de curación que pueden ser sencillos si se detectan a tiempo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.


Dios mediante hasta la próxima..mi correo: rich_ir @ hot mail.com