/ domingo 7 de noviembre de 2021

Una Mirada a tus Ojos

HERIDAS EN LA CÓRNEA

En las dos semanas anteriores vimos lo que es la córnea y su vulnerabilidad para verse afectada. Terminamos ahora su estudio conociendo las atenciones y prevenciones que se deben tener en caso de golpes que causen heridas en esta parte del ojo.

La primera recomendación es que si la córnea es herida, su atención debe ser inmediata.

Un factor de riesgo radica en las acciones cotidianas de la persona ya que la córnea puede herirse con las cerdas de los cepillos para el pelo, las uñas largas, peines, cuchillos, lápices y plumas, tijeras, cristales rotos, roces con ramas de plantas y otros objetos más de uso y entorno diario.

Por la posición de los ojos dentro de la cabeza, es muy frecuente que la córnea sufra las heridas en su parte inferior; como en todos los casos que hemos visto, la gravedad de la herida y sus consecuencias, dependerán de las circunstancias en que el accidente ocurra.

Cuando se trata de un pinchazo serán importantes en sus consecuencias la profundidad del mismo y los tejidos estropeados; cuando son cortadas, importa si la herida viene desde del párpado, si es curva o lineal en forma vertical u horizontal.

Si la herida es definida en su corte, la curación será más fácil trabajando con los equipos normales, pero si son irregulares o dentadas, es frecuente el escape del humor acuoso por lo que la curación se torna más difícil y por su delicadeza llevará más tiempo independientemente de que en algunos casos habrá que recurrir a equipos especializados.

El tratamiento debe iniciarse de inmediato.

El primer paso es un examen minucioso, extremadamente cuidadoso por parte del oftalmólogo al ojo herido. La exploración misma tiene sus riesgos propios ya que al presionarse el ojo para conocer sus daños, éste puede reaccionar negativamente.

Hecha la exploración y determinado el daño, el oftalmólogo procederá a realizar una limpieza del ojo, de la herida y de la zona en general, mediante irrigación suficiente de solución salina caliente.

Se suprimen los tejidos sobresalientes y se reemplazan aquellos encarcelados.

Se cierra con extremo cuidado la herida para evitar secuelas y se previene toda clase de infección por medios locales y medios sistémicos.

El paciente debe guardar todo cuidado mientras se le da de alta y observar estrictamente las indicaciones del oftalmólogo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com

HERIDAS EN LA CÓRNEA

En las dos semanas anteriores vimos lo que es la córnea y su vulnerabilidad para verse afectada. Terminamos ahora su estudio conociendo las atenciones y prevenciones que se deben tener en caso de golpes que causen heridas en esta parte del ojo.

La primera recomendación es que si la córnea es herida, su atención debe ser inmediata.

Un factor de riesgo radica en las acciones cotidianas de la persona ya que la córnea puede herirse con las cerdas de los cepillos para el pelo, las uñas largas, peines, cuchillos, lápices y plumas, tijeras, cristales rotos, roces con ramas de plantas y otros objetos más de uso y entorno diario.

Por la posición de los ojos dentro de la cabeza, es muy frecuente que la córnea sufra las heridas en su parte inferior; como en todos los casos que hemos visto, la gravedad de la herida y sus consecuencias, dependerán de las circunstancias en que el accidente ocurra.

Cuando se trata de un pinchazo serán importantes en sus consecuencias la profundidad del mismo y los tejidos estropeados; cuando son cortadas, importa si la herida viene desde del párpado, si es curva o lineal en forma vertical u horizontal.

Si la herida es definida en su corte, la curación será más fácil trabajando con los equipos normales, pero si son irregulares o dentadas, es frecuente el escape del humor acuoso por lo que la curación se torna más difícil y por su delicadeza llevará más tiempo independientemente de que en algunos casos habrá que recurrir a equipos especializados.

El tratamiento debe iniciarse de inmediato.

El primer paso es un examen minucioso, extremadamente cuidadoso por parte del oftalmólogo al ojo herido. La exploración misma tiene sus riesgos propios ya que al presionarse el ojo para conocer sus daños, éste puede reaccionar negativamente.

Hecha la exploración y determinado el daño, el oftalmólogo procederá a realizar una limpieza del ojo, de la herida y de la zona en general, mediante irrigación suficiente de solución salina caliente.

Se suprimen los tejidos sobresalientes y se reemplazan aquellos encarcelados.

Se cierra con extremo cuidado la herida para evitar secuelas y se previene toda clase de infección por medios locales y medios sistémicos.

El paciente debe guardar todo cuidado mientras se le da de alta y observar estrictamente las indicaciones del oftalmólogo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com