/ viernes 12 de noviembre de 2021

Una Mirada a tus Ojos

TODA ACTIVIDAD PUEDE GENERAR LESIONES OCULARES

En cualquier actividad de la vida, el cuidado de la vista es relevante. Proteger y evitar daños al órgano visual es actitud obligada de toda persona que se precie de razonable. Entender el factor de riesgo que corremos cuando realizamos una actividad, es muestra de prudencia.

Si bien es cierto que el cráneo está estructurado anatómicamente con protecciones naturales que protegen el ojo de sufrir lesiones, también lo es que esas defensas tienen un límite ya que los factores de riesgo son de índole muy diversa, algunos capaces de lesionar directamente si no hay protecciones auxiliares que debemos utilizar en trabajos cuyo riesgo nos lo aconseja.

Las lesiones también pueden provenir de agentes involuntarios que nos afectan cuando menos lo esperamos. Puede ser tan sorpresivo el incidente que nos suceda cuando no estamos usando las protecciones auxiliares y se dan casos que aunque sí las estemos usando, las protecciones son insuficientes por la índole del accidente sufrido.

Los riesgos van desde las actividades de oficina o casa, aparentemente inofensivas, hasta en los trabajos rudos y con conocimiento de una grave exposición a accidentes.

En la oficina y en casa, por ejemplo, usamos útiles pueden representar un riesgo en su mal uso, como cuchillos, tenedores, objetos punzocortantes, tijeras, lápices, plumas, lápices con punta muy afilada y otros, los que en un descuido o movimientos bruscos nos pueden causar heridas en cualquier parte del cuerpo, como en los ojos mismos.

El manejo de líquidos calientes, fuego, electricidad, soldaduras y material incandescente, son elementos que por su naturaleza representan un riesgo que exige protección a los ojos.

El área deportiva es de mucho riesgo para los accidentes en general en los que se involucran los relativos a los ojos, sobre todo en algunos deportes que trataremos más adelante.

Podemos iniciar lo referente al área deportiva, analizando el desarrollo que desde la antigüedad ha sufrido el ejercicio de algunas disciplinas.

Los deportes los practicaban verdaderos profesionistas. Desde la Roma antigua había escuelas para capacitar a quienes deseaban incursionar en las disciplinas de aquel entonces, generalmente competencias muy rudas: luchas grecorromanas, duelos con lanzas, espadas, cuchillos y mazas. Los contendientes sabían sobre los riesgos que corrían y por ello sus protecciones a veces estorbosas pero de relativamente alta seguridad.

El deporte se ha hecho amateur trayendo en consecuencia el desconocimiento a veces de las más mínimas protecciones por falta de capacidad profesional.

De esto hablaremos las siguientes semanas.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com

TODA ACTIVIDAD PUEDE GENERAR LESIONES OCULARES

En cualquier actividad de la vida, el cuidado de la vista es relevante. Proteger y evitar daños al órgano visual es actitud obligada de toda persona que se precie de razonable. Entender el factor de riesgo que corremos cuando realizamos una actividad, es muestra de prudencia.

Si bien es cierto que el cráneo está estructurado anatómicamente con protecciones naturales que protegen el ojo de sufrir lesiones, también lo es que esas defensas tienen un límite ya que los factores de riesgo son de índole muy diversa, algunos capaces de lesionar directamente si no hay protecciones auxiliares que debemos utilizar en trabajos cuyo riesgo nos lo aconseja.

Las lesiones también pueden provenir de agentes involuntarios que nos afectan cuando menos lo esperamos. Puede ser tan sorpresivo el incidente que nos suceda cuando no estamos usando las protecciones auxiliares y se dan casos que aunque sí las estemos usando, las protecciones son insuficientes por la índole del accidente sufrido.

Los riesgos van desde las actividades de oficina o casa, aparentemente inofensivas, hasta en los trabajos rudos y con conocimiento de una grave exposición a accidentes.

En la oficina y en casa, por ejemplo, usamos útiles pueden representar un riesgo en su mal uso, como cuchillos, tenedores, objetos punzocortantes, tijeras, lápices, plumas, lápices con punta muy afilada y otros, los que en un descuido o movimientos bruscos nos pueden causar heridas en cualquier parte del cuerpo, como en los ojos mismos.

El manejo de líquidos calientes, fuego, electricidad, soldaduras y material incandescente, son elementos que por su naturaleza representan un riesgo que exige protección a los ojos.

El área deportiva es de mucho riesgo para los accidentes en general en los que se involucran los relativos a los ojos, sobre todo en algunos deportes que trataremos más adelante.

Podemos iniciar lo referente al área deportiva, analizando el desarrollo que desde la antigüedad ha sufrido el ejercicio de algunas disciplinas.

Los deportes los practicaban verdaderos profesionistas. Desde la Roma antigua había escuelas para capacitar a quienes deseaban incursionar en las disciplinas de aquel entonces, generalmente competencias muy rudas: luchas grecorromanas, duelos con lanzas, espadas, cuchillos y mazas. Los contendientes sabían sobre los riesgos que corrían y por ello sus protecciones a veces estorbosas pero de relativamente alta seguridad.

El deporte se ha hecho amateur trayendo en consecuencia el desconocimiento a veces de las más mínimas protecciones por falta de capacidad profesional.

De esto hablaremos las siguientes semanas.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com