/ lunes 21 de septiembre de 2020

Aumentará la Mortandad

No es nueva la nota de que México es el país con mayor índice de contagio y mortalidad de personal sanitario, y la explicación es sencilla: en otros países existen protocolos para ingreso y egreso de las salas COVID, cuentan con escafandras impermeables, laringoscopios con cámara y pantalla para intubar pacientes sin tener que darles presión positiva, que en los hospitales públicos de México ni siquiera se conocen.

Pero eso no es lo peor. Lo más grave es que ahora ya no se estarán intubando a los pacientes graves porque desde hace 3 días se agotaron en el país los medicamentos necesarios para mantenerlos sedados, principalmente el rocuronio, el midazolam y el tiopental que no han sido distribuido a los hospitales porque a alguien desde el gobierno se le olvidó o se le ocurrió no pagar a las farmacéuticas.

¿A quien le atribuirán ahora estas muertes por falta de anestésicos en el sector público? Espero que al personal médico y directivo, ya se por si duramente golpeado durante esta pandemia no.

Lo cierto es que de la misma manera cómo se agotaron las quimioterapias para los pacientes con cáncer, ya no hay rocuronio, mudazolam ni tiopental para los pacientes COVID. Habrá que esperar la explicación científica del subsecretario de salud, con toda la sapiencia que le caracteriza.

Solamente una reingeniería a fondo nos puede salvar del desastre que se nos avecina a todos los trabajadores de la salud.

No es nueva la nota de que México es el país con mayor índice de contagio y mortalidad de personal sanitario, y la explicación es sencilla: en otros países existen protocolos para ingreso y egreso de las salas COVID, cuentan con escafandras impermeables, laringoscopios con cámara y pantalla para intubar pacientes sin tener que darles presión positiva, que en los hospitales públicos de México ni siquiera se conocen.

Pero eso no es lo peor. Lo más grave es que ahora ya no se estarán intubando a los pacientes graves porque desde hace 3 días se agotaron en el país los medicamentos necesarios para mantenerlos sedados, principalmente el rocuronio, el midazolam y el tiopental que no han sido distribuido a los hospitales porque a alguien desde el gobierno se le olvidó o se le ocurrió no pagar a las farmacéuticas.

¿A quien le atribuirán ahora estas muertes por falta de anestésicos en el sector público? Espero que al personal médico y directivo, ya se por si duramente golpeado durante esta pandemia no.

Lo cierto es que de la misma manera cómo se agotaron las quimioterapias para los pacientes con cáncer, ya no hay rocuronio, mudazolam ni tiopental para los pacientes COVID. Habrá que esperar la explicación científica del subsecretario de salud, con toda la sapiencia que le caracteriza.

Solamente una reingeniería a fondo nos puede salvar del desastre que se nos avecina a todos los trabajadores de la salud.

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