/ domingo 28 de marzo de 2021

Arte y Religión

“La experiencia más bella que puedo tener es el misterio. Es la emoción fundamental que se encuentra en la cuna del verdadero arte y la verdadera ciencia” Albert Einstein.

Hasta antes de la Revolución Francesa y la independencia de los Estados Unidos, en el mundo occidental las religiones cristianas dominaron la vida pública. Las monarquías o los gobiernos sin injerencia de un príncipe o emperador, tenían línea con el Vaticano. La dependencia religiosa fue clave en el ámbito de la educación, la mayoría de la elite cultural tenía preparación académica bajo el amparo de universidades cristianas.

En América, las universidades de la época virreinal y algunas hasta la fecha llevan títulos sugestivos de la subordinación eclesial. Se documenta que la primera Universidad en América, fue la Real y Pontificia Universidad de San Marcos en Lima, Perú en 1551 no obstante que la U. de Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo fue establecida en 1538. La U. Pontificia de México señala su apertura en 1552. En Guatemala afirman que la U. de San Carlos fue la segunda del nuevo Continente, sin embargo, la historia consiga fue la cuarta. Ejemplos para señalar la importancia, en este caso de la iglesia católica del control que tenía sobre la educación bajo la tutela de la corona española.

La Revolución francesa y la Independencia de los Estados Unidos sellaron el inicio de la emancipación de las universidades concordantes con la cascada movimientos de independencia de los países latinoamericanos en el siglo XIX. Sin embargo, el poder vaticano continuó presente.

La ruptura de Martín Lutero con Roma en Europa que derivó en la iglesia luterana y luego la anglicana, madres de las iglesias evangélicas en Norteamérica siguieron la pauta romana en el control de la enseñanza. Solo los países euro latinos siguieron fieles a Roma.

Así como la educación estaba bajo estos designios, el arte no fue la excepción. Una muestra es el Museo Nacional del Prado en Madrid, uno de los más importantes y visitados del mundo. Llama la atención que la enorme mayoría de las obras que exhibe, obvio, mayoritariamente españoles, las imágenes religiosas predominan en la bellísima exposición.

Análogo es en la música, en las obras de compositores renacentistas, del barroco hasta los dos grandes del clasismo de la música clásica, Joseph Haydn y Amadeus Mozart, prácticamente ningún maestro se liberó de la influencia religiosa para componer música por encargo o nacidas de “montu proprio”.

Un título honroso fue ser nombrado “Maestro de capilla” o “Kapellmester”, común decirlo en alemán. Músicos con experiencia, prestigio y compositores que formaban y dirigían a cantores e instrumentistas de música sacra en los oficios de la iglesia. Escalar a ese puesto no era fácil. Un grande, Johan Sebastian Bach comenzó a ganarse la vida como miembro del coro de la iglesia de San Miguel en Lünerbug, violinista de la corte de Weimar, organista de la iglesia de san Blas para poder llegar Kapellmester.

En la otrora paz de la semana santa, la música era el refugio que acompañaba la meditación.

“Todo arte aspira constantemente a llegar a la condición de la Música” Walter Pater. (1839- 1884).

flokay33@gmail.com.

“La experiencia más bella que puedo tener es el misterio. Es la emoción fundamental que se encuentra en la cuna del verdadero arte y la verdadera ciencia” Albert Einstein.

Hasta antes de la Revolución Francesa y la independencia de los Estados Unidos, en el mundo occidental las religiones cristianas dominaron la vida pública. Las monarquías o los gobiernos sin injerencia de un príncipe o emperador, tenían línea con el Vaticano. La dependencia religiosa fue clave en el ámbito de la educación, la mayoría de la elite cultural tenía preparación académica bajo el amparo de universidades cristianas.

En América, las universidades de la época virreinal y algunas hasta la fecha llevan títulos sugestivos de la subordinación eclesial. Se documenta que la primera Universidad en América, fue la Real y Pontificia Universidad de San Marcos en Lima, Perú en 1551 no obstante que la U. de Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo fue establecida en 1538. La U. Pontificia de México señala su apertura en 1552. En Guatemala afirman que la U. de San Carlos fue la segunda del nuevo Continente, sin embargo, la historia consiga fue la cuarta. Ejemplos para señalar la importancia, en este caso de la iglesia católica del control que tenía sobre la educación bajo la tutela de la corona española.

La Revolución francesa y la Independencia de los Estados Unidos sellaron el inicio de la emancipación de las universidades concordantes con la cascada movimientos de independencia de los países latinoamericanos en el siglo XIX. Sin embargo, el poder vaticano continuó presente.

La ruptura de Martín Lutero con Roma en Europa que derivó en la iglesia luterana y luego la anglicana, madres de las iglesias evangélicas en Norteamérica siguieron la pauta romana en el control de la enseñanza. Solo los países euro latinos siguieron fieles a Roma.

Así como la educación estaba bajo estos designios, el arte no fue la excepción. Una muestra es el Museo Nacional del Prado en Madrid, uno de los más importantes y visitados del mundo. Llama la atención que la enorme mayoría de las obras que exhibe, obvio, mayoritariamente españoles, las imágenes religiosas predominan en la bellísima exposición.

Análogo es en la música, en las obras de compositores renacentistas, del barroco hasta los dos grandes del clasismo de la música clásica, Joseph Haydn y Amadeus Mozart, prácticamente ningún maestro se liberó de la influencia religiosa para componer música por encargo o nacidas de “montu proprio”.

Un título honroso fue ser nombrado “Maestro de capilla” o “Kapellmester”, común decirlo en alemán. Músicos con experiencia, prestigio y compositores que formaban y dirigían a cantores e instrumentistas de música sacra en los oficios de la iglesia. Escalar a ese puesto no era fácil. Un grande, Johan Sebastian Bach comenzó a ganarse la vida como miembro del coro de la iglesia de San Miguel en Lünerbug, violinista de la corte de Weimar, organista de la iglesia de san Blas para poder llegar Kapellmester.

En la otrora paz de la semana santa, la música era el refugio que acompañaba la meditación.

“Todo arte aspira constantemente a llegar a la condición de la Música” Walter Pater. (1839- 1884).

flokay33@gmail.com.