/ domingo 23 de febrero de 2020

Culpas Ajenas



“Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. George Santayana

Se cuenta que antes de entregar el poder a su tocayo el Lic. Adolfo López Mateos, el presidente D. Adolfo Ruiz Cortines le dijo más o menos así: los primeros dos años de tu mandato culpa de los males del país a los gobiernos anteriores, los siguientes dos años haz saber al pueblo lo bien que va el país y los últimos publicita las obras y hechos que dejarás para el futuro de la nación.

Tempos en que del invencible partidazo surgían los todopoderosos presidentes del país. Un poderío absoluto de intocables en que su palabra era ley. ¿Qué hora son? preguntaba el mandatario, las horas que usted desea que sean señor presidente, respondía un colaborador.

Cuento que ilustra la potestad que tenía el gobernante en turno. Eran (y son) seis años en la cúspide para después caer en el ostracismo político. Echar la culpa de los males que aquejaban al país se dirigía a gobiernos, el Partido que lo había postulado.se mantenía incólume.

Con ajustes a la época, al presente encontramos similitudes a los sexenios anteriores al del presidente Miguel de la Madrid cuando se incubaron los cambios que culminaron con la derrota del hasta entonces invencible PRI.

Un pasado que quizá, después de los conflictos postrevolucionarios, fue necesario para estabilizar al país, lo que se logró. El infortunio radicó en que se prolongó demasiado tiempo. La inconformidad tenía que surgir. Un ingrediente fue la polarización ideológica internacional, dos sistemas opuestos, el comunismo vs el capitalismo. El primero basado en el control por el Estado de la educación, la economía y la producción; el segundo, que fomenta la iniciativa privada, la libertad de comercio y de empresa, tesis sostenida por el Premio Nobel de Economía (1976) Milton Friedman en 1970. Idea política y económica capitalista que le llamamos Neoliberalismo.

El mundo y la política giran, México está regresando a un pasado ominoso que atizó la corrupción, no solo por el control de la economía por el gobierno central sino aún más que antes, por la concentración del poder en la voluntad de un solo hombre, el presidente por el que, en números redondos, en las elecciones pasadas votaron 30 millones de los 80 del padrón electoral.

Para concluir. Suiza, Alemania, Suecia, Países Bajos, Bélgica, Singapur, Japón son de los países con menos criminalidad y mejor distribución de la riqueza que se sostienen con una política económica neoliberal. Pero aquí, “los culpables que mataron a Fátima o a las otras mujeres, los únicos culpables, son ellos: los neoliberales”.



“Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. George Santayana

Se cuenta que antes de entregar el poder a su tocayo el Lic. Adolfo López Mateos, el presidente D. Adolfo Ruiz Cortines le dijo más o menos así: los primeros dos años de tu mandato culpa de los males del país a los gobiernos anteriores, los siguientes dos años haz saber al pueblo lo bien que va el país y los últimos publicita las obras y hechos que dejarás para el futuro de la nación.

Tempos en que del invencible partidazo surgían los todopoderosos presidentes del país. Un poderío absoluto de intocables en que su palabra era ley. ¿Qué hora son? preguntaba el mandatario, las horas que usted desea que sean señor presidente, respondía un colaborador.

Cuento que ilustra la potestad que tenía el gobernante en turno. Eran (y son) seis años en la cúspide para después caer en el ostracismo político. Echar la culpa de los males que aquejaban al país se dirigía a gobiernos, el Partido que lo había postulado.se mantenía incólume.

Con ajustes a la época, al presente encontramos similitudes a los sexenios anteriores al del presidente Miguel de la Madrid cuando se incubaron los cambios que culminaron con la derrota del hasta entonces invencible PRI.

Un pasado que quizá, después de los conflictos postrevolucionarios, fue necesario para estabilizar al país, lo que se logró. El infortunio radicó en que se prolongó demasiado tiempo. La inconformidad tenía que surgir. Un ingrediente fue la polarización ideológica internacional, dos sistemas opuestos, el comunismo vs el capitalismo. El primero basado en el control por el Estado de la educación, la economía y la producción; el segundo, que fomenta la iniciativa privada, la libertad de comercio y de empresa, tesis sostenida por el Premio Nobel de Economía (1976) Milton Friedman en 1970. Idea política y económica capitalista que le llamamos Neoliberalismo.

El mundo y la política giran, México está regresando a un pasado ominoso que atizó la corrupción, no solo por el control de la economía por el gobierno central sino aún más que antes, por la concentración del poder en la voluntad de un solo hombre, el presidente por el que, en números redondos, en las elecciones pasadas votaron 30 millones de los 80 del padrón electoral.

Para concluir. Suiza, Alemania, Suecia, Países Bajos, Bélgica, Singapur, Japón son de los países con menos criminalidad y mejor distribución de la riqueza que se sostienen con una política económica neoliberal. Pero aquí, “los culpables que mataron a Fátima o a las otras mujeres, los únicos culpables, son ellos: los neoliberales”.