/ lunes 20 de enero de 2020

Niños Delincuentes

“El ejemplo, sea bueno o malo, tiene una poderosa influencia”. George Washington.

Los niños miran, observan, oyen y sienten; percepción que los induce a imitar gestos, palabras y en general todo lo que los adultos hacen. Los padres y la familia cercana son la primera fuente de ese aprendizaje. De lo que captan los sentidos y envían a los centros cerebrales del raciocinio incipiente, emanan las subsecuentes “lecciones” que el infante aprende: preguntar, responder, expresar emociones exhibidas de diferente manera.

El hijo crece y se le agranda el mundo, el entorno es más variado, su vecindario, el kínder y sus amigos.

Cuando entra al a veces traumático cambio de niñez a la adolescencia suele sacudirse restricciones que le fueron impuestas para así modelar su propia individualidad.

Los primeros años de la vida serán el pilar de su conducta en la adultez. En medicina, un hijo de padres diabéticos tiene altas (altísimas) probabilidades de padecer la enfermedad metabólica, que si sumamos malos hábitos de alimentación, el porcentajes se eleva al casi 100%. El ejemplo es semejante la conducta humana, el primero representado por el hogar y el agregado sería el medio no familiar. Una sencilla muestra es lo que ocurre con el vocabulario y las palabras malsonantes, que en mi opinión, y contadas excepciones, quienes las profieren exhiben pobreza del rico lenguaje castellano.

El moderno acceso a información con frecuencia falsa o distorsionada o mal intencionado, es el medio en que crecen muchos niños y jóvenes que ven, oyen y sienten inadvertidamente material nocivo a la salud mental.

Resultado de carencia de la primitiva, natural y más importante enseñanza de la vida: el buen ejemplo y la conducta de los padres y/o superiores.

Lo anterior no es descubrir el hilo negro. De mil maneras líderes sociales y religiosos lo predican, señalan errores, acusan y las más de las veces dan soluciones tibias e incorpóreas que no resuelven el problema.

Impedir publicaciones, películas, series televisivas de violencia y el comercio de armas de juguete. Vedar corridas de toros, peleas de gallos y charreadas en que por diversión maltratan a los animales, sería significativa medida complementaria para evitar la imitación de violencia y muerte. Singapur, el pequeño país tomó varias de estas acciones y además de ser una potencia económica, tiene la segunda tasa de homicidios más baja del mundo. Pero la penuria de autoridad y la mentada libertad son freno a tomar medidas eficaces.

La tragedia de Torreón conmovió al mundo, ¿se combatirá el mal desde sus raíces?

“El ejemplo, sea bueno o malo, tiene una poderosa influencia”. George Washington.

Los niños miran, observan, oyen y sienten; percepción que los induce a imitar gestos, palabras y en general todo lo que los adultos hacen. Los padres y la familia cercana son la primera fuente de ese aprendizaje. De lo que captan los sentidos y envían a los centros cerebrales del raciocinio incipiente, emanan las subsecuentes “lecciones” que el infante aprende: preguntar, responder, expresar emociones exhibidas de diferente manera.

El hijo crece y se le agranda el mundo, el entorno es más variado, su vecindario, el kínder y sus amigos.

Cuando entra al a veces traumático cambio de niñez a la adolescencia suele sacudirse restricciones que le fueron impuestas para así modelar su propia individualidad.

Los primeros años de la vida serán el pilar de su conducta en la adultez. En medicina, un hijo de padres diabéticos tiene altas (altísimas) probabilidades de padecer la enfermedad metabólica, que si sumamos malos hábitos de alimentación, el porcentajes se eleva al casi 100%. El ejemplo es semejante la conducta humana, el primero representado por el hogar y el agregado sería el medio no familiar. Una sencilla muestra es lo que ocurre con el vocabulario y las palabras malsonantes, que en mi opinión, y contadas excepciones, quienes las profieren exhiben pobreza del rico lenguaje castellano.

El moderno acceso a información con frecuencia falsa o distorsionada o mal intencionado, es el medio en que crecen muchos niños y jóvenes que ven, oyen y sienten inadvertidamente material nocivo a la salud mental.

Resultado de carencia de la primitiva, natural y más importante enseñanza de la vida: el buen ejemplo y la conducta de los padres y/o superiores.

Lo anterior no es descubrir el hilo negro. De mil maneras líderes sociales y religiosos lo predican, señalan errores, acusan y las más de las veces dan soluciones tibias e incorpóreas que no resuelven el problema.

Impedir publicaciones, películas, series televisivas de violencia y el comercio de armas de juguete. Vedar corridas de toros, peleas de gallos y charreadas en que por diversión maltratan a los animales, sería significativa medida complementaria para evitar la imitación de violencia y muerte. Singapur, el pequeño país tomó varias de estas acciones y además de ser una potencia económica, tiene la segunda tasa de homicidios más baja del mundo. Pero la penuria de autoridad y la mentada libertad son freno a tomar medidas eficaces.

La tragedia de Torreón conmovió al mundo, ¿se combatirá el mal desde sus raíces?