Cada año como es de costumbre, vamos caminando sobre los meses y nos encontramos un sinfín de especulaciones. Estas especulaciones nos exacerban el sentir de los sentidos, poniéndolos al margen de sublevarlos o estallarlos en una bomba de emociones.
Muerte, enfermedad, crisis económica, política, social, civil y personales, por un lado, por otro, libre albedrio, comunión, familia, trabajo, amistades, son los polos opuestos que se encuentran en la misma vara de circunstancias. A veces la balanza se inclina más de un lado que del otro, y difícilmente se encuentra con la armonía a la que aspirábamos en salubridad.
Son temas tan comunes incluso en las generaciones más jóvenes, nosotros como guías les hemos preparado el camino para saber qué responder a los cuestionamientos monótonos. Sin embargo, hay algo que urge atender con prontitud, y es la amplia polarización de pensamiento. No nos referimos en individualidades, justo lo que nos hace ser diferentes, sino a aquellas circunstancias creadas por el hombre con la máxima de vivir con un bien común.
Esta polarización no se pone de acuerdo en llegar a un solo criterio, solo vemos pasar por argumentos en pro y en contra. Incluso ni siquiera existe una mayoría clara en un posicionamiento a otro. Y es por esto que todos los temas en el patio de la casa con los familiares nos sensibilizan aún más. Claro es el ejemplo que como es afuera es adentro y viceversa. Este mes es famoso por el tan mencionado Grito de Dolores, donde el cura Miguel Hidalgo…. Blablablá.
Independientemente por todos los fenómenos insurgentes también sucedía lo mismo allá afuera.
Hace más de 200 años como hace apenas unos días iniciaba el solsticio de otoño y el Sol a partir de entonces emanaba de luz por igual, tanto al polo norte como al polo sur. Justo como lo inició hacer a partir de éste 22 de septiembre. Es decir, el día como la noche durarán la misma cantidad y la luz del sol se esparcirá por todo el mundo por igual, sin predilecciones, necesidades o intereses solo algunas naciones, este tiempo que durará aproximadamente 3 meses, el sol será justo y perfecto para todos. ¿Acaso no es esto lo que se pretende hacer desde el interior de México? y si somos más quisquillosos, ¿no es justo lo que pretendemos hacer con nosotros mismos? Ser prudentes, diligentes, moderados, discretos y justos. Justos, sobre todo. No sería mala idea emular lo que sucede astronómicamente de forma natural y tratar de replicarlo de una forma clara y sencilla aquí, pagando nuestras deudas, acudiendo puntual a nuestros compromisos, no tomar nada que no fuera nuestro, respetar el dialogo del otro, arriesgarse con precaución, educar bien para no castigar a los hombres, ¿no sería más sencillo? Si tuviéramos de ejemplo a algo sumamente perfecto ¿Qué pasaría?, dudo que por casualidad a partir de ya el sol ha comenzado a radiarnos de su energía de forma equitativa especialmente en este mes donde nosotros los mexicanos celebramos una fecha que a ciencia cierta es totalmente incierta. Y lo que está comprobado nos hemos limitado a la pleitesía.
¡Que viva México! Pero que, en verdad viva, es tiempo, es hoy, no mañana, es ahora. Y en una sola voz todos gritar la misma arenga, después de tanto y de todo ¡Que vuelva a vivir México!
