/ domingo 17 de mayo de 2020

Sine qua non

Ayer y hoy en Pandemias

No es que no haya otro asunto, pero la Pandemia avanza cotidianamente, a la par del impacto negativo social -y nada proactivo de las autoridades de cualquiera importancia o fuero-. Nos agarró en curva a todos. Y no es que exista “un error en la base de datos”, el punto es qué: ¡No hay datos! En más de 100 años no habíamos sufrido una situación álgida y todavía con los estragos de la Revolución Mexicana, y los efectos de la Primera Guerra Mundial. Es imaginable carencia y escases de todo.

Abriendo el Siglo XX llegaron: fiebre amarilla, peste, bubónica, tifo, viruela, fiebre tifoidea, sarampión y en 1918 la gripe/influenza llegó por el Norte y generó alrededor de 450 mil decesos. En Guanajuato se reportaron 200 muertes diarias en 60 días (Fuente: diario El Demócrata 24-10-18) índice más alto en el País. Volvió la virulencia en el Siglo XXI (2009/mes y medio/122 decesos nacionales/1 en Guanajuato/tiempos de Calderón y mismo “héroe” hoy, López-Gatell). Aunque el virus por vez primera, dicen las crónicas colombinas, llegó a México con los españoles en 1493. En Fin. Sin soslayar que el virus fuera valorado o confundido con otras afecciones (neumonía, bronquitis, bronconeumonía/ahora “neumonía atípica”). Además de tipos o subtipos de influenza (A, B y C). No se sorprendan: En 1918 las medidas oficiales eran muy similares e igual resultado de hoy. Y no sirvió de ejemplo para prevenir futuros brotes. Los funcionarios como siempre, perdidos en sus planes políticos personales.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Toda información estadística es relativa y aproximada. ¿Las acciones de gobierno paliarán efectivamente la Pandemia? No. ¿Se deben tomar medidas preventivas permanentes que ayudan en cualquier brote? Sí y están contenidas en la Constitución como Derechos Humanos de Dignidad: Vida, Acceso a Salario, Salud, Educación, Trabajo, Distribución Social Necesaria; Democracia; cero tolerancias a la corrupción, etc. Porque las epidemias son cíclicas y la prevención es un muro compresor. ¡Políticos y funcionarios pónganse las pilas! Cuídense mucho, mis estimados lectores

Ayer y hoy en Pandemias

No es que no haya otro asunto, pero la Pandemia avanza cotidianamente, a la par del impacto negativo social -y nada proactivo de las autoridades de cualquiera importancia o fuero-. Nos agarró en curva a todos. Y no es que exista “un error en la base de datos”, el punto es qué: ¡No hay datos! En más de 100 años no habíamos sufrido una situación álgida y todavía con los estragos de la Revolución Mexicana, y los efectos de la Primera Guerra Mundial. Es imaginable carencia y escases de todo.

Abriendo el Siglo XX llegaron: fiebre amarilla, peste, bubónica, tifo, viruela, fiebre tifoidea, sarampión y en 1918 la gripe/influenza llegó por el Norte y generó alrededor de 450 mil decesos. En Guanajuato se reportaron 200 muertes diarias en 60 días (Fuente: diario El Demócrata 24-10-18) índice más alto en el País. Volvió la virulencia en el Siglo XXI (2009/mes y medio/122 decesos nacionales/1 en Guanajuato/tiempos de Calderón y mismo “héroe” hoy, López-Gatell). Aunque el virus por vez primera, dicen las crónicas colombinas, llegó a México con los españoles en 1493. En Fin. Sin soslayar que el virus fuera valorado o confundido con otras afecciones (neumonía, bronquitis, bronconeumonía/ahora “neumonía atípica”). Además de tipos o subtipos de influenza (A, B y C). No se sorprendan: En 1918 las medidas oficiales eran muy similares e igual resultado de hoy. Y no sirvió de ejemplo para prevenir futuros brotes. Los funcionarios como siempre, perdidos en sus planes políticos personales.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Toda información estadística es relativa y aproximada. ¿Las acciones de gobierno paliarán efectivamente la Pandemia? No. ¿Se deben tomar medidas preventivas permanentes que ayudan en cualquier brote? Sí y están contenidas en la Constitución como Derechos Humanos de Dignidad: Vida, Acceso a Salario, Salud, Educación, Trabajo, Distribución Social Necesaria; Democracia; cero tolerancias a la corrupción, etc. Porque las epidemias son cíclicas y la prevención es un muro compresor. ¡Políticos y funcionarios pónganse las pilas! Cuídense mucho, mis estimados lectores

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