El tema de las marchas, que no es nuevo, pero hoy se pone de manifiesto en plazas y calles públicas, con la intención de hacer conocidos los reclamos, las fallas o el desdén, contra lo establecido, y lo oficial y, por supuesto las llamadas “contramarchas” desde los sótanos o la cúspide de la 4T, en variopintos temas. Incluso, las hay “históricas”.
Hace unos días, una de esas marchas que culminó en el Zócalo de México, que en principio se intentó –por los oficialistas, claro- que no “hiciera olas”, y sobre todo, en lo político, pero ya saben estimados lectores (de ambos géneros) que las “redes” siempre están listas 24/7, como dicen ahora. Y se supo. Fue de familiares de militares, tanto en activo, como fallecidos y de exmilitares (Por solidaridad) y de los propios mílites. ¿Qué protestaban? Básicamente, su abandono presupuestal, aunque en contradicción, pues aquel se elevó significativamente para este año fiscal: La SEDENA, recibirá $111 mil 900 millones –siete mil 800 millones más que en 2022, y la GN $34 mil 500 millones -4 mil 500 millones, más que el año pasado-; como ya se informó ampliamente en los medios.
Reclamos frontales, fueron: a. Falta de avituallamiento y resulta increíble que hasta tengan que remendar y repintar uniformes, que reciben dos alimentos al día y en dieta raquítica del “rancho”, como se dice en el argot castrense; b. Alojamiento igual de pésimo, en no pocos casos sin los servicios básicos en buen estado; c. Una total incongruencia de inseguridad en su trabajo, de por sí, peligroso: No deben disparar a los delincuentes, si éstos no lo hacen primero, incluso, si pueden evitar que se den con todo los criminales o sea, ¡Cuidarlos! Claro, hasta los delincuentes que matan a diestra y siniestra, tienen sus “derechos”; d. Alta tasa de suicidios, sin atender ésa problemática –dicen que pasa más en las filas de jóvenes de la GN-; f. Y otros que no se pueden mencionar, por obvia razón.
¡Y sí hay presupuesto! ¿Entonces, qué pasa? La respuesta parecería, como la pregunta, de Perogrullo. Luego, incide que el público en general, los ve con cierta desconfianza, particularmente, por esa falta de acciones en contra de los criminales, dicho con mucho comedimiento, pues es claro que obedecen órdenes. También, va en aumento, además, la molestia de soldados, tantas tareas forzadas, que no tienen que ver con su dignidad, ni vocación, ni adiestramiento, etc., que están dándose de baja. Mientras una parte y se dice reducida a quienes reciben las prebendas obvias, están muy a gusto. Es pues una situación que no se difunde, pero que deja entrever los errores y que éstos se desdeñan, por la simple obediencia jerárquica, pero… entran los “asegunes”, como se dice coloquialmente.
Otra marcha, diametralmente opuesta a su intención, la del 18 de marzo, en principio por conmemorar la llamada “expropiación petrolera”, pero luego, dicen los críticos, resultó un pretexto para seguir arropando al preciso. Una especie de “contramarcha” por la salvaguarda del INE, aunque, claro, su contexto no tendría nada que ver. Ya comentaré con más amplitud, pues escribo ésta columna, un día antes de la marcha.
Hay sin embargo, una reacción que puede generar suspicacia, varias interpretaciones políticas: La renuncia de Lázaro Cárdenas Batel, sobre todo con la fricción que causó el preciso al tildar de “conservador” a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, padre del exjefe de asesores, en mención, que según, se va para la CEPAL, la cual dijo AMLO, la “estamos fortaleciendo”. Queda en duda, entre otras, si fue por el sesgo de la marcha del 18, en oprobio del “Tata”.
LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Marchas, mítines, arengas, reclamos, apoyos, en fin, no se duda es una forma de manifestación más, de la democracia a la mexicana, con todo y sus bemoles. Siempre existe la suspicacia o se planta de plano, sobre sórdidas o tenebrosas intenciones de fondo. El preciso, tiene su propia responsabilidad que se le cobrará en su oportunidad, si es que tergiversa como dicen muchos, sus acciones. La expropiación petrolera, no fue del petróleo, sino de las compañías extranjeras, a quienes se indemnizó a un muy largo plazo. Es usual, en la historia hacer mitos de algunos hechos, como es el caso. Hoy, Pemex es un zombi, que no se podrá recuperar ni en 3 sexenios y además, a costo muy alto y, a costillas de los contribuyentes. No hay, tampoco, mucho que festinar: El petróleo no es nuestro, como reza la propaganda política. Sigue en gran opacidad e ineficacia, y bueno, tal combustible fósil, cae en desuso con eso del empoderamiento de las energías limpias. El petróleo, sirve desde la petroquímica para muchas otras transformaciones de productos, no sólo de gasolina, aunque claro, es muy buen negocio oficial, por su sobreprecio, como ya se ha dicho. Por cierto, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, ha mencionado, hasta el cansancio de la 4T, lo contrario que ésta pregona, con el crudo negro, con razones técnicas, económicas y, políticas. ¿Será que por eso ya cayó de la “gracia” presidencial”? A pesar de haber sido su mentor político, claro, mientras el preciso agarraba vuelo. Y como último desdén desde Palacio, se criticó ya, al empresario que dijo –eso sí, igual que la oposición, sin plan claro- que se apunta a ser candidato a la Silla Mayor. Es lo que hay. Cuídense mucho, de “balas perdidas” y el Covid, ambas no amainan, en este terruño cada día más vilipendiado e inseguro, aunque claro, como dijo el que dijo: ¡Si no somos los únicos!
