/ viernes 9 de agosto de 2019

Alternativa por México

Los partidos políticos, todos, quedaron anonadados con el resultado electoral del proceso federal 2018, del cual se derivan diversas, complejas y arduas tareas para ellos: morena debe construirse, desarrollarse y consolidarse como partido político, es decir, transitar de movimiento social a instituto político conservando el apoyo popular; la oposición, cada una con sus peculiaridades y particularidades, debe reinventarse, repensarse, volver a sus orígenes dogmáticos, construir una propuesta clara allende señalar pifias gubernamentales y reconquistar al electorado.

En ese contexto, hace como un mes leímos trascendidos y opiniones en torno a la creación de un grupo opositor importante e influyente, un real contrapeso a la 4T; tal oposición germinaba al margen del poder político y se nutría, más bien, con el poder económico, teniendo como lugar de nacimiento la Sultana del Norte.

Pues bien, tal trascendido comienza a cobrar relevancia como hecho noticioso. En el semanario proceso 2231 de 04 de agosto de 2019, Álvaro Delgado publicó un reportaje en torno al proyecto de nación ideado por la derecha empresarial; dice que Coparmex y el Tecnológico de Monterrey pretenden reclutar líderes, formarlos y ponerlos a competir en la contiende electoral a celebrarse en 2021. Menciona a Gustavo de Hoyos, Alejandro Poairé, Carlos Urzúa, Miguel Ruiz Cabañas, Carlos Elizondo Mayer-Serra, Jesús Silva-Herzog Márquez y Arturo Sánchez Gutiérrez. El plan en cuestión es denominado «Alternativa por México». Al parecer, los aludidos piensan que el país estaba mejor antes del presidente López Obrador, o que iríamos mejor si el ejercicio gubernamental actual fuera diferente.

Celebro la construcción de opciones políticas, pues estas son esenciales en los regímenes democráticos; su importancia es capital, pues fortalece al propio sistema de partidos y, en consecuencia, al ejercicio del gobierno (pues éste emana de aquel). Sin embargo, no estoy seguro que Alternativa por México se trate de una opción cuyo interés sea competir por el poder público, considero que se trata de una oposición, ciertamente, pero de naturaleza económica. O bien, que defienden un ideal estatal con un sector privado tan o más fuerte que el público. Más mercado, menos estado, pero sin que haya condiciones adecuadas para que todo el mercado pueda competir en igualdad de condiciones.

Una de las grandes conquistas democráticas que han traído consigo las reformas constitucionales y legales en materia electoral, comenzadas desde finales de los setenta del siglo pasado, es pugnar por la equidad en la contienda electoral, lo cual lleva de suyo que el financiamiento público se designe según el número de votos obtenido por los partidos políticos (las sumas estratosféricas de hoy, por este concepto, con las que estoy en desacuerdo, son materia de otra discusión) o la equidad entre los partidos políticos en la contratación de espacios en radio y televisión, es decir, la clara convicción de que el dinero no debe ser determinante incluyendo en el ánimo del electorado.

Alternativa por México es un ejercicio inédito. Me parece que la contienda electoral, será de las finales que libre contra la 4T; las primeras ya se están dando y son mediáticas y económicas y ninguna de ellas tiene reglas tan duras como las comiciales. Terreno fértil en que puede crecer la desinformación y la manipulación. Difícil pugna entre dos pesados, el político y el económico, mediático y cibernético incluidos.

germanrodriguez32@hotmail.com

Los partidos políticos, todos, quedaron anonadados con el resultado electoral del proceso federal 2018, del cual se derivan diversas, complejas y arduas tareas para ellos: morena debe construirse, desarrollarse y consolidarse como partido político, es decir, transitar de movimiento social a instituto político conservando el apoyo popular; la oposición, cada una con sus peculiaridades y particularidades, debe reinventarse, repensarse, volver a sus orígenes dogmáticos, construir una propuesta clara allende señalar pifias gubernamentales y reconquistar al electorado.

En ese contexto, hace como un mes leímos trascendidos y opiniones en torno a la creación de un grupo opositor importante e influyente, un real contrapeso a la 4T; tal oposición germinaba al margen del poder político y se nutría, más bien, con el poder económico, teniendo como lugar de nacimiento la Sultana del Norte.

Pues bien, tal trascendido comienza a cobrar relevancia como hecho noticioso. En el semanario proceso 2231 de 04 de agosto de 2019, Álvaro Delgado publicó un reportaje en torno al proyecto de nación ideado por la derecha empresarial; dice que Coparmex y el Tecnológico de Monterrey pretenden reclutar líderes, formarlos y ponerlos a competir en la contiende electoral a celebrarse en 2021. Menciona a Gustavo de Hoyos, Alejandro Poairé, Carlos Urzúa, Miguel Ruiz Cabañas, Carlos Elizondo Mayer-Serra, Jesús Silva-Herzog Márquez y Arturo Sánchez Gutiérrez. El plan en cuestión es denominado «Alternativa por México». Al parecer, los aludidos piensan que el país estaba mejor antes del presidente López Obrador, o que iríamos mejor si el ejercicio gubernamental actual fuera diferente.

Celebro la construcción de opciones políticas, pues estas son esenciales en los regímenes democráticos; su importancia es capital, pues fortalece al propio sistema de partidos y, en consecuencia, al ejercicio del gobierno (pues éste emana de aquel). Sin embargo, no estoy seguro que Alternativa por México se trate de una opción cuyo interés sea competir por el poder público, considero que se trata de una oposición, ciertamente, pero de naturaleza económica. O bien, que defienden un ideal estatal con un sector privado tan o más fuerte que el público. Más mercado, menos estado, pero sin que haya condiciones adecuadas para que todo el mercado pueda competir en igualdad de condiciones.

Una de las grandes conquistas democráticas que han traído consigo las reformas constitucionales y legales en materia electoral, comenzadas desde finales de los setenta del siglo pasado, es pugnar por la equidad en la contienda electoral, lo cual lleva de suyo que el financiamiento público se designe según el número de votos obtenido por los partidos políticos (las sumas estratosféricas de hoy, por este concepto, con las que estoy en desacuerdo, son materia de otra discusión) o la equidad entre los partidos políticos en la contratación de espacios en radio y televisión, es decir, la clara convicción de que el dinero no debe ser determinante incluyendo en el ánimo del electorado.

Alternativa por México es un ejercicio inédito. Me parece que la contienda electoral, será de las finales que libre contra la 4T; las primeras ya se están dando y son mediáticas y económicas y ninguna de ellas tiene reglas tan duras como las comiciales. Terreno fértil en que puede crecer la desinformación y la manipulación. Difícil pugna entre dos pesados, el político y el económico, mediático y cibernético incluidos.

germanrodriguez32@hotmail.com