/ martes 13 de octubre de 2020

Morena y la popularidad

Morena fue (¿es?) un movimiento social creado y articulado por muchas personas, destacando al hoy Presidente de México, para modificar el régimen con el que funcionaba el denominado «neoliberalismo económico», a partir de la toma pacífica, vía electoral, de los espacios gubernamentales, tanto legislativos como ejecutivos, en los tres ámbitos competenciales (municipal, estatal y federal). Con este movimiento se construyó la candidatura, entre otras personas, del hoy titular del Poder Ejecutivo federal. Es importante hacer una distinción: los adeptos lopezobradoristas, no necesariamente son morenistas. Morena hoy es difícil de entender, de interpretar.

Desde que se creó morena como partido político (hace un lustro con resultados electorales espectaculares) había dudas, pues ciertas posturas apuntaban a conservar su estatus de asociación civil, con sustento en el apoyo social. Desde que la cabeza más visible y fundador de morena adquirió una responsabilidad en la Administración Pública federal, el partido político ha sido incapaz de institucionalizarse, entendiendo por tal, crear instancias y órganos partidistas fuertes, generar sinergia con la sociedad, consolidar su instituto de formación política, generación de cuadros, relevo generacional, construcción de un padrón confiable de afiliados; más aún, tampoco han podido realizar elecciones internas para la titularidad de sus dirigentes nacionales; se ha judicializado la política, el acuerdo ha brillado por su ausencia y se ha tenido que recurrir a instancias federales electorales, a efecto de organizar el cambio de dirigencia antes mencionado.

En efecto, a partir de una impugnación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ordenó al Instituto Nacional Electoral organizar diversos ejercicios demoscópicos (encuestas), con el ánimo de designar presidente y secretario general del partido político.

Resolución cuestionable que algunos simpatizantes morenistas referían que transgredía el principio de auto organización de los militantes de los partidos políticos -con independencia de que como he mencionado, no lograron realizar las elecciones internas de referencia-.

La selección de los dirigentes se ha hecho por etapas, con algunos postulantes más cuestionados que otros, debido al financiamiento de sus posicionamientos con el pretendido incremento de su popularidad que es la materia de la encuesta. No trabajo, no resultados.

Popularidad. Así, luego de un primer ejercicio, cinco personas fueron quienes aparecerían en la encuesta. La encuesta fue impugnada, pero no prosperó ante la autoridad judicial electoral.

Terminó el ejercicio y solamente quedaron dos: el legendario Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega y Mario Delgado, quienes fueron medidos dando por resultado un empate técnico; sin embargo, Porfirio se declaró ganador, en tanto que Mario llamó a la calma y a seguir con el procedimiento: en caso de que esto ocurriera -como ocurrió-, el INE aplicaría otra encuesta.

Muchos cuadros fundadores del movimiento, ahora se encuentran en el gobierno.

Estaremos al pendiente del final, pues lo que se pone en juego es mucho, hay quienes ya especulan respecto al tema de la sucesión presidencial, mencionando a Claudia Sheinbaum y a Marcelo Ebrard, apoyados -refieren- por Porfirio y Mario, respectivamente.

Estaremos pendientes; probablemente la cabeza más visible del movimiento se manifieste cuando las circunstancias sean otras.

germanrodriguez32@hotmail.com

Morena fue (¿es?) un movimiento social creado y articulado por muchas personas, destacando al hoy Presidente de México, para modificar el régimen con el que funcionaba el denominado «neoliberalismo económico», a partir de la toma pacífica, vía electoral, de los espacios gubernamentales, tanto legislativos como ejecutivos, en los tres ámbitos competenciales (municipal, estatal y federal). Con este movimiento se construyó la candidatura, entre otras personas, del hoy titular del Poder Ejecutivo federal. Es importante hacer una distinción: los adeptos lopezobradoristas, no necesariamente son morenistas. Morena hoy es difícil de entender, de interpretar.

Desde que se creó morena como partido político (hace un lustro con resultados electorales espectaculares) había dudas, pues ciertas posturas apuntaban a conservar su estatus de asociación civil, con sustento en el apoyo social. Desde que la cabeza más visible y fundador de morena adquirió una responsabilidad en la Administración Pública federal, el partido político ha sido incapaz de institucionalizarse, entendiendo por tal, crear instancias y órganos partidistas fuertes, generar sinergia con la sociedad, consolidar su instituto de formación política, generación de cuadros, relevo generacional, construcción de un padrón confiable de afiliados; más aún, tampoco han podido realizar elecciones internas para la titularidad de sus dirigentes nacionales; se ha judicializado la política, el acuerdo ha brillado por su ausencia y se ha tenido que recurrir a instancias federales electorales, a efecto de organizar el cambio de dirigencia antes mencionado.

En efecto, a partir de una impugnación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ordenó al Instituto Nacional Electoral organizar diversos ejercicios demoscópicos (encuestas), con el ánimo de designar presidente y secretario general del partido político.

Resolución cuestionable que algunos simpatizantes morenistas referían que transgredía el principio de auto organización de los militantes de los partidos políticos -con independencia de que como he mencionado, no lograron realizar las elecciones internas de referencia-.

La selección de los dirigentes se ha hecho por etapas, con algunos postulantes más cuestionados que otros, debido al financiamiento de sus posicionamientos con el pretendido incremento de su popularidad que es la materia de la encuesta. No trabajo, no resultados.

Popularidad. Así, luego de un primer ejercicio, cinco personas fueron quienes aparecerían en la encuesta. La encuesta fue impugnada, pero no prosperó ante la autoridad judicial electoral.

Terminó el ejercicio y solamente quedaron dos: el legendario Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega y Mario Delgado, quienes fueron medidos dando por resultado un empate técnico; sin embargo, Porfirio se declaró ganador, en tanto que Mario llamó a la calma y a seguir con el procedimiento: en caso de que esto ocurriera -como ocurrió-, el INE aplicaría otra encuesta.

Muchos cuadros fundadores del movimiento, ahora se encuentran en el gobierno.

Estaremos al pendiente del final, pues lo que se pone en juego es mucho, hay quienes ya especulan respecto al tema de la sucesión presidencial, mencionando a Claudia Sheinbaum y a Marcelo Ebrard, apoyados -refieren- por Porfirio y Mario, respectivamente.

Estaremos pendientes; probablemente la cabeza más visible del movimiento se manifieste cuando las circunstancias sean otras.

germanrodriguez32@hotmail.com