/ viernes 11 de agosto de 2023

Cuando la Flor Brota

Hola, te veo contenta, como que te adelantaste al sol, como que tu cara luce limpia y lozana tus ojos brillan, tus chapas blanquecinas tienen el color frutal, las pestañas se te acomodaron como infantes de primaria previos al saludo de los honores, las cejas arqueadas con dulzura y una frente limpia como si fuesen a colocar alfombra roja; quiero adivinar, quiero decirte mis sospechas, creo leer esa sonrisa de mujer coqueta que despierta en los diez y siete aniversarios y siente la confianza del futuro que se le ve abrir a cada paso de pies risueños que graciosamente marchan como siguiendo insectos voladores de primavera, esos pequeños que perfuman el viento con sus aleteos en flores, quiero pensar que ves las puertas más ligeras abrirse a tu paso porque empujas un perfume de fémina que se abre paso ante todo y deja en el camino sabores a manzanilla recién cortada, veo que vuelas y vuelcas el polvo suave de los caminos nobles, esos andares que te permiten flotar a cada paso sin dejar huella profunda sino en los aires ligeros que flotan como nubecillas bajo tu andar, veo que vislumbras un jardín que no alcanzo y que las millas para ti son metros, que el tiempo lo arremangaste en tu pecho para visualizar más pronto el futuro, como si el 2025 lo cargas en tu mano izquierda y la derecha sostiene el tiempo para que no se te escape, creo también que tu sonrisa es tan libre como los cantares de antes, como los silbidos de los pajarillos que comienzan temprano para gozar más pronto los resultados que saltan a tu mirada; pero en realidad te noto muy cambiada, como que el pasado cercano nunca hubiese existido, porque lo sufriste tanto en insultos que comprendo tu borrón y sacudida de esa mugre de los negros meses, se te ve muy triunfante, como una Juana de Arco saliendo en cabalgata enarbolando un derecho de paz y de justicia, y un ramo de aromas para los que cayeron en ese fallido intento de salvarse en un hospital repleto de moribundos a los que se les pateó hacia el cadalso previo con fosa para borrar su identidad y que su cuerpo dejase el espacio para ser suma de una estadística horrorosa de muerte involuntaria. Yo sé que hay que dejar atrás, los saqueos millonarios para gobernar a manos llenas sin que el pueblo lo note, siento que lloraste mucho en que tu suelo se llenase de sangre en banquetas y caminos donde se queman camiones, autos, todo, la dignidad, la libertad, la tranquilidad, comunidades separadas de sus hogares humildes repletos de hoyos en sus muros de mezcla. Pero descubro el motivo de tan hermosa figurilla que despides la alegría del futuro cercano sembrado de flores sonrientes que te recorren el cuerpo encumbrando las ideas libertarias del que ya todo termine en cuenta nueva. Ves como la voz de una mujer va sembrando la semilla del triunfo, fundamentado en la verdad y las ganas de que las flores (xochitls) se reproduzcan en todos los estados del país, que los suelos canten la victoria repleta de colores forjado con pétalos de esperanza y bienestar futuro y que habrá tanto aroma en el ambiente que los pobres bailarán, los comerciantes sacarán más gritos de la garganta en sus manteados de colores, los comercios abrirán limpios y despejados de una justicia aplicada con la razón, tantas cortinas cerradas, se irán abriendo como cuando se abren las compuertas para el riego, los árboles productores de fruta y verduras dejarán de estar encogiéndose por la presencia del espantapájaros delincuencial, con las brisas del mañana veo un campo que me marca el rocío nocturno en el que se me aparece un ser hablándome en náhuatl, diciendo con las manos extendidas que el campo está lleno de flores, que las palabras de una mujer han cubierto hasta los árboles de Xóchitl, sus ademanes son claros me marca con movimientos tiernos como de una danza sobre una pirámide que la fertilidad está cubriendo todo con Xóchitl, las palabras llenan y caen como inicio de lluvias y despiertan raíces que estaban pisadas por el adulterio matutino de la televisión y se cubren de dulzura venturosa que le hace crear sus movimientos de pies y manos, trato de entender las otros sonidos de su garganta pero solamente reconozco Xóchitl, Xóchitl, como si me indicase que es una libertadora que ha bajado para sanear este suelo tricolor empoderado por una águila y que vendrá la victoria alada para posarse en ese recinto repleto de aplausos en curules para celebrar la fuerza ciudadana productiva del país que Monsiváis dice en días de guardar.

Hola, te veo contenta, como que te adelantaste al sol, como que tu cara luce limpia y lozana tus ojos brillan, tus chapas blanquecinas tienen el color frutal, las pestañas se te acomodaron como infantes de primaria previos al saludo de los honores, las cejas arqueadas con dulzura y una frente limpia como si fuesen a colocar alfombra roja; quiero adivinar, quiero decirte mis sospechas, creo leer esa sonrisa de mujer coqueta que despierta en los diez y siete aniversarios y siente la confianza del futuro que se le ve abrir a cada paso de pies risueños que graciosamente marchan como siguiendo insectos voladores de primavera, esos pequeños que perfuman el viento con sus aleteos en flores, quiero pensar que ves las puertas más ligeras abrirse a tu paso porque empujas un perfume de fémina que se abre paso ante todo y deja en el camino sabores a manzanilla recién cortada, veo que vuelas y vuelcas el polvo suave de los caminos nobles, esos andares que te permiten flotar a cada paso sin dejar huella profunda sino en los aires ligeros que flotan como nubecillas bajo tu andar, veo que vislumbras un jardín que no alcanzo y que las millas para ti son metros, que el tiempo lo arremangaste en tu pecho para visualizar más pronto el futuro, como si el 2025 lo cargas en tu mano izquierda y la derecha sostiene el tiempo para que no se te escape, creo también que tu sonrisa es tan libre como los cantares de antes, como los silbidos de los pajarillos que comienzan temprano para gozar más pronto los resultados que saltan a tu mirada; pero en realidad te noto muy cambiada, como que el pasado cercano nunca hubiese existido, porque lo sufriste tanto en insultos que comprendo tu borrón y sacudida de esa mugre de los negros meses, se te ve muy triunfante, como una Juana de Arco saliendo en cabalgata enarbolando un derecho de paz y de justicia, y un ramo de aromas para los que cayeron en ese fallido intento de salvarse en un hospital repleto de moribundos a los que se les pateó hacia el cadalso previo con fosa para borrar su identidad y que su cuerpo dejase el espacio para ser suma de una estadística horrorosa de muerte involuntaria. Yo sé que hay que dejar atrás, los saqueos millonarios para gobernar a manos llenas sin que el pueblo lo note, siento que lloraste mucho en que tu suelo se llenase de sangre en banquetas y caminos donde se queman camiones, autos, todo, la dignidad, la libertad, la tranquilidad, comunidades separadas de sus hogares humildes repletos de hoyos en sus muros de mezcla. Pero descubro el motivo de tan hermosa figurilla que despides la alegría del futuro cercano sembrado de flores sonrientes que te recorren el cuerpo encumbrando las ideas libertarias del que ya todo termine en cuenta nueva. Ves como la voz de una mujer va sembrando la semilla del triunfo, fundamentado en la verdad y las ganas de que las flores (xochitls) se reproduzcan en todos los estados del país, que los suelos canten la victoria repleta de colores forjado con pétalos de esperanza y bienestar futuro y que habrá tanto aroma en el ambiente que los pobres bailarán, los comerciantes sacarán más gritos de la garganta en sus manteados de colores, los comercios abrirán limpios y despejados de una justicia aplicada con la razón, tantas cortinas cerradas, se irán abriendo como cuando se abren las compuertas para el riego, los árboles productores de fruta y verduras dejarán de estar encogiéndose por la presencia del espantapájaros delincuencial, con las brisas del mañana veo un campo que me marca el rocío nocturno en el que se me aparece un ser hablándome en náhuatl, diciendo con las manos extendidas que el campo está lleno de flores, que las palabras de una mujer han cubierto hasta los árboles de Xóchitl, sus ademanes son claros me marca con movimientos tiernos como de una danza sobre una pirámide que la fertilidad está cubriendo todo con Xóchitl, las palabras llenan y caen como inicio de lluvias y despiertan raíces que estaban pisadas por el adulterio matutino de la televisión y se cubren de dulzura venturosa que le hace crear sus movimientos de pies y manos, trato de entender las otros sonidos de su garganta pero solamente reconozco Xóchitl, Xóchitl, como si me indicase que es una libertadora que ha bajado para sanear este suelo tricolor empoderado por una águila y que vendrá la victoria alada para posarse en ese recinto repleto de aplausos en curules para celebrar la fuerza ciudadana productiva del país que Monsiváis dice en días de guardar.